El representante de la cartera, Osvaldo Biaggiotti, sostuvo que la mayoría de los hechos se ordenan desde las cárceles
Las balaceras y amenazas a escuelas en Rosario no cesan. Este miércoles la comunidad educativa del establecimiento Sylvestre Begnis de la zona sudoeste suspendió las clases tras ser atacada a tiros. Lo mismo ocurrió en la institución Nº 518, de Aborígenes Argentinos y Rouillón, donde dejaron una nota intimidatoria.
En ese marco, el representante del Ministerio de Educación, Osvaldo Biaggiotti lamentó que la zaga no se detenga y confesó: “Nosotros desde lo específico nuestro, que es lo pedagógico, lo vincular y lo afectivo, acompañamos (a las escuelas). Nos gustaría poder hacer más, pero se entenderá la especificidad del Ministerio de Educación”.
Por otra parte, remarcó que, de acuerdo a investigaciones judiciales, los episodios están vinculados con “órdenes emanadas desde cárceles, presos de alto perfil”. En ese sentido, reveló que el Ministerio Público de la Acusación (MPA), comprobó que varios casos se originan en los penales de Ezeiza y Marcos Paz.
“Dan una orden en un llamado de diez segundos para que tal o cual escuela sea tomada como un vehículo de comunicación para mandar mensajes mafiosos entre bandas de narcomenudeo”, explicó.
“En muchos casos esto es represalia por las cosas que se hacen bien”, sostuvo y defendió el accionar del Servicio Penitencirio en la problemática de ingreso de teléfonos a las celdas.”El Servicio Penitenciario ha actuado con pertinencia, consistencia y transparencia en cuanto a , por ejemplo, detener a visitantes a cárceles que pretenden ingresar celulares, de inmediato se ha dado esta represalia”.
En tanto, expresó que desde la cartera escuchan a directivos y docentes afectados y destacó: “Nunca vamos bajar una línea respecto de lo que hay que hacer porque es la comunidad educativa la que dice ‘tenemos que seguir a pesar de todo’“.
“La escuela tiene que seguir abierta porque acá el mensaje contracultural es ‘la escuela sigue trabajando’ ene l encuentro, en el juego, en el aprendizaje, en la solidaridad. Y eso es contracultura respecto a esta cultura de la muerte que se pretende imponer en algunos barrios de Rosario”.
Por último, señaló que los gremios educativos y el ministerio “hacen una cultura muy similar” y profundizó: “Ellos quieren que esto se resuelva definitivamente y nosotros también. Eso depende de múltiples actores: Poder Judicial, MPA, Agencia de Investigación Criminal (AIC), las distintas jurisdicciones policiales y la Justicia federal”.