CLG dialogó con Fabio Acosta, presidente de la Asociación, quien consideró que “el centro está en una situación delicada en general, lo vemos muy deprimido”
Cierre de locales, veredas en mal estado, poca iluminación, crisis económica, falta de circulación de gente, son algunos de los diagnósticos que realizaron desde la Asociación Casco Histórico de Rosario sobre el centro de la ciudad. Su titular consideró que “el centro está en una situación muy delicada en general, por la depresión económica, por la poca circulación de gente por haber menos transporte público”.
En diálogo con CLG, Fabio Acosta, presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario expresó que se está tratando de “reunificar todos los proyectos que están en danza y todo lo que se ha hablado en los últimos meses para revitalizar el centro de cara a la pospandemia”,. Y agregó: “Tenemos que encargarnos nosotros y el Estado de mejorar el centro para traer inversiones. Que lo vean atractivo porque hoy por hoy el centro no es atractivo. ¿Quién va a invertir en un lugar que está deprimido?”, se preguntó.
Además, Acosta cuestionó al gobierno municipal al afirmar que las últimas cuatro ordenanzas presentadas en el Concejo Municipal “no tienen nada que ver con la revitalización del Casco Histórico en lo inmediato, sino con cuestiones a largo plazo: modificar los índices de altura de los edificios, mejorar la situación reglamentaria para que pueda haber más inversores inmobiliarios”.
“Nosotros lo que necesitamos es un shock a mediano y corto plazo que tenga que ver con cambiarle la cara al centro, mejorar la iluminación, todo lo que tiene que ver con arbolado, el cambio de solado de peatonal San Martín, que no haya baches, mejorar las veredas y todo lo que tenga que ver con la transitabilidad. El aspecto a nivel visual. Lo vemos muy deprimido”, detalló a CLG.
En las últimas horas se desarrolló una reunión por Zoom con las autoridades, tras la que el presidente de la Asociación consideró que “no se está hablando de lo que necesitamos hoy en el centro”. “Tenemos que reflotar viejos proyectos que quedaron truncos de la gestión de Mónica Fein, que hizo la mitad de lo que se anunció para el centro. Quedó pendiente la revitalización de Plaza 25 de Mayo, Plaza Montenegro, el cambio de solado de peatonal San Martín, el entorno del Teatro La Comedia, el Savoy”, añadió.
“Me parece que tenemos que arrancar por lo que se dejó de hacer y no empezar a hacer proyectos nuevos, que van a llevar cinco años más para su implementación y no sabemos si va a haber continuidad de esta gestión”, reiteró.
Algunos puntos clave
En el año y medio que lleva la pandemia en la ciudad, cerraron sus puertas dos importantes e históricos comercios de la esquina de Sarmiento y Córdoba: Falabella y Borsalino. “Creemos que es importante que la esquina donde estaba Falabella se vuelva a ocupar. Tenemos que seguir trabajando, no quedarnos en los lamentos de que se fue una gran empresa. Sabemos que los propietarios están buscando inquilinos porque no quieren verla desocupada. Tenemos que encargarnos nosotros y el Estado en mejorar el centro para traer inversiones”, indicó sobre el tema Acosta.
Consultado por CLG respecto a cómo seguir accionando en los tiempos que corren, donde la crisis que generó la pandemia sigue teniendo graves consecuencias, desde el Casco Histórico señalaron: “Seguiremos presentando proyectos al Estado nacional, al Estado provincial, buscando recursos, haciendo alianzas con grandes empresas de la ciudad de Rosario”.
“Queremos que vuelvan las inversiones, que vuelva la gente. Esperemos que cuando se vaya saliendo de la pandemia, el transporte público se vaya normalizando, porque nos quitaron 40% de unidades y se nota. La gente de los barrios hace realmente mucho esfuerzo para venir, porque espera 20/30 minutos en una parada”, dijo.
Asimismo, Acosta se refirió al movimiento nocturno, que si de día es poco, de noche es aún menor. “Sin iluminación de noche está inseguro. Con el cine Monumental y los cines del Centro no es suficiente para fomentar que la gente venga. La reapertura ayudó, pero están muy solos. No hay teatros, no hay centros culturales. No hay lugares que los puedan acompañar para que circule más gente. No tenemos gastronomía, hay tres o cuatro bares que abren hasta las 23. Tenemos que generar incentivos para que la gastronomía venga al centro. Hay que hacerlo de forma seria. Incentivos fuertes para que venga la inversión privada al centro”, expresó.
“Desde los comerciantes hay mucha actividad y mucha propuesta. Están acompañando. Ahora necesitamos que el Estado se sume a todo este esfuerzo”, cerró.