Se trata del caso de Brenda Bouza, que sufrió un accidente hace tres años. En diálogo con CLG, relató su situación y reclamó al Estado una solución para recuperar su estado de salud
Hace tres años, Brenda Bouza sufrió un accidente que complicó gravemente su estado de salud: la dejó inmovilizada y cambio completamente su vida. Tiene 32 años y durante este período le tocó ser mamá. Necesita una prótesis para retornar a su vida habitual y continúa su lucha incansable para que el Estado pueda tomar cartas en el asunto.
En diálogo con CLG, relató el episodio: «El 5 de diciembre de 2018 alrededor de las 9.30 íbamos con mi novio en moto cuando un utilitario nos embistió. Ingreso al Heca con una triple fractura expuesta de tobillo, a lo cual también perdí el talón. Ese mismo día, cuando me hicieron una ecografía para ver golpes internos, me entero de que estaba cursando un embarazo de 11 semanas».
Según su relato, tras varias intervenciones quirúrgicas, le dan el alta sin poderse poner de pie. Meses después, le otorgan una orden para hacerse una resonancia magnética y en ese momento se entera que tenía una fractura de la cabeza femoral derecha. Al tener un embarazo avanzado, tuvo que esperar a que naciera su hija para poder operarse.
La mujer aseguró que la prótesis es totalmente inaccesible y responsabilizó al Estado de la situación: «Cuesta alrededor de 4 millones y medio de pesos, es inalcanzable. Solo quiero volver a caminar y Salud Pública debe hacerse cargo».
Bouza manifestó que la inmovilidad le está afectando su vida cotidiana: «Todavía sigo esperando esa operación. Llevo 3 años en silla de ruedas, sin poder criar a mi hija como quisiera, sin trabajar ni terminar mis estudios».
En este sentido, insistió en que deben atender su reclamo y sigue esperando una respuesta. «Busqué todas las soluciones posibles y nadie se hace cargo. Necesito una prótesis para caminar, criar a mi hija y seguir con mi vida normalmente», concluyó.
