Según una investigadora, esta planta contiene compuestos "que son esenciales para evitar la reproducción celular y la irrigación de las lesiones, lo que detendría su crecimiento"
Científicas argentinas buscan desarrollar un tratamiento para tratar la endometriosis a base de un extracto de la planta de romero, que contiene compuestos esenciales para evitar la irrigación de las lesiones en reemplazo de los procedimientos hormonales con los que se aborda esta enfermedad que afecta al 10% de las personas con útero, se informó hoy.
«Uno de los problemas de esta enfermedad es que el tratamiento que se les ofrece a las pacientes primero incluye una cirugía de remoción de las lesiones por laparoscopía. Luego se les da un tratamiento hormonal para bajar los estrógenos en sangre, que son la fuente que le permite a las lesiones crecer», dijo a Télam Gabriela Meresman, directora de esta investigación del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme) del Conicet y la UBA, fundado en 1944 por el doctor Bernardo A. Houssay.
Los tratamientos hormonales en el momento que uno los deja de dar, las hormonas vuelven a los niveles de siempre y los tratamientos son por un tiempo limitado. Cuando ese tiempo se termina, ya que no lo pueden dar por siempre, las lesiones vuelven a crecer entonces hay un problema de reincidencia de la enfermedad», explicó y agregó que «otro problema que tiene el tratamiento hormonal es que mientras se lo está dando la paciente no puede quedar embarazada».
La endometriosis es una afección en la que el tejido que normalmente reviste el interior el útero (denominado «endometrio») crece fuera del útero en lugares donde no debería estar como en los ovarios, las trompas de Falopio, la parte externa del útero y en los órganos abdominales.
La enfermedad afecta al diez por ciento de la población femenina y, en el país, la padecen alrededor de un millón de mujeres, y suele ser diagnosticada con mayor frecuencia entre los 30 y los 49 años.
Puede causar periodos menstruales muy dolorosos, sangrado abundante y dificultades para lograr un embarazo.
«Con esta problemática estábamos pensando una alternativa terapéutica que se pueda administrar a las pacientes de forma crónica, venimos trabajando en endometriosis hace muchos años y somos uno de los grupos pioneros en Argentina ya que hay pocos antecedentes sobre el tema porque es un enfoque bastante novedoso», contó Meresman.
La investigadora explicó que llegaron a hacer pruebas con la planta romero debido a que «la endometriosis se parece al cáncer en cuanto a cómo es el mecanismo mediante el cuál las lesiones se irrigan en otro sector y hace mucho tiempo que se está estudiando terapias naturales en cáncer».
«Esta planta contiene ácido carnósico y ácido rosmarínico, activos que ejercen efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antiproliferativos y antiangiogénicos, que son esenciales para evitar la reproducción celular y la irrigación de las lesiones, lo que detendría su crecimiento», precisó la investigadora.
Hasta el momento, las investigadoras obtuvieron resultados alentadores en los modelos de laboratorio y en pruebas con animales.
«Pudimos demostrar, tanto en modelos con ratones como en cultivos celulares, que los compuestos activos de las plantas inhiben la endometriosis sin generar efectos adversos», explicó Meresman, que trabajó junto con la doctora Luciana Ferella y la doctora Carla Olivares, y aclaró que «todavía no hicimos pruebas en pacientes, es un trabajo experimental».
Según explicaron las científicas, el extracto de romero no está en el mercado ya que es muy novedoso, por lo que están trabajando en conjunto con dos laboratorios para que uno otorgue el extracto y otro que permita estandarizarlo y comercializarlo.
«Todavía estamos en la fase de obtener ese extracto, poder estandarizarlo y llevarlo al mercado, que eso va a tardar un par de años si todo sale bien. Buscamos poder administrarlo de manera oral como una pastilla», adelantó Meresman y destacó que por este trabajo ganaron el subsidio Pict Start Up del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (Foncyt).
Por último, Meresman aseguró que «nos interesa mucho llegar a las pacientes, que esto no sea una investigación aislada para hablarle a 30 científicos».
«Trabajamos en una enfermedad que es muy prevalente y que las mujeres sufren mucho. Hay mucha necesidad de que haya nuevas alternativas. Nos sentimos muy apoyados por las pacientes y no pensamos en otra cosa más que en llevar una alternativa para que la pasen un poco mejor», aseveró.
«Personalmente, esta investigación, que es aplicada a la clínica de manera tan directa y que puede llegar a calmar un problema que tienen tantas mujeres, es especial por ser mujer y en nuestro staff somos mujeres, estamos sensibilizadas con el tema», concluyó.