Política y Economía

Derrumbe en la industria textil de Santa Fe: caída del 18,6% y miles de trabajadores afectados


Desde la Asociación Obrera Textil de Rosario advierten que debido a la apertura de las importaciones ya hubo 800 despidos y 7.000 suspensiones en todo el país

La industria textil en la provincia de Santa Fe atraviesa una de sus peores crisis en años. Según un reciente informe de la Federación de Industrial de Santa Fe (Fisfe), el sector de «Prendas de vestir» experimentó una baja del 18,6% en marzo, lo que ha desencadenado una serie de problemas tanto para empresarios como para trabajadores.

Iván Cussi, dirigente gremial de la Asociación Obrera Textil de Rosario, destacó que «a nivel nacional ya se han registrado casi 800 despidos y unas 7.000 suspensiones». Este declive es atribuido en gran parte a la apertura de las importaciones, una política económica reciente que ha inundado el mercado con productos extranjeros, desplazando a las firmas nacionales.

Despidos y suspensiones en aumento

Cussi detalló que la incertidumbre generada por el cambio de gobierno y las políticas económicas ha puesto a muchas empresas al borde del abismo. “Las empresas están atravesando el cambio de gobierno, de las políticas, y no saben cómo pueden seguir adelante con esto hoy en día. Estamos teniendo muchas fábricas que están suspendiendo, están despidiendo, hay retiros voluntarios porque no pueden afrontar la situación”, explicó.

El impacto no distingue entre grandes empresas y pymes. «Hay fábricas que directamente al tener un stock de producción paran y empiezan a suspender los turnos. Ese es uno de los problemas. Las pymes, las más chiquitas que son las que también dan mucho trabajo a los operarios textiles, no le queda otra que achicar personal, incluso cerrar”, añadió Cussi, subrayando la difícil situación que enfrenta el sector.

Acuerdos salariales y esfuerzos compartidos

A pesar de la gravedad del escenario, algunos trabajadores y empresarios están logrando acuerdos para evitar despidos masivos. Cussi mencionó que, en Rosario, se están llevando a cabo acuerdos donde los empleados aceptan salarios reducidos, en torno al 75% u 80% del salario habitual, para mantener sus puestos de trabajo. “Se hace un esfuerzo para que podamos salir adelante. Todos quieren laburar, la industria nacional siempre fue trabajadora y quiere salir adelante pero este gobierno perjudica a la industria porque trae todo de afuera y la mano de obra se pierde”, señaló.

Impacto de las importaciones y la inflación

Uno de los principales problemas es la apertura de las importaciones. «Siempre se importó pero ahora con este cambio se puede importar más y afecta mucho. En la época cuando estaba Menem también lo sufrimos, se traía todo de Brasil, pero no tanto como esto”, afirmó Cussi.

En este contexto de crisis, las negociaciones salariales se han vuelto extremadamente complicadas. Aunque se está discutiendo un aumento en paritarias, la situación económica de la industria no permite obtener mejoras significativas. “La situación de la industria no te deja llegar a pelear un poco más como en otro tiempo”, comentó Cussi, añadiendo que aunque se logren aumentos del 10%, 20% o 30%, estos no son suficientes para hacer frente a la inflación.

Solidaridad y organización del movimiento obrero

Frente a esta crisis, el movimiento obrero en Santa Fe está buscando formas de apoyar a los trabajadores afectados. “Con el movimiento obrero, CGT Rosario y conjuntamente con la Juventud Sindical se está tratando de hacer reuniones continuamente con todos los gremios, tratando de darle una mano al gremio que esté afectado, tratando de buscarle la vuelta también a nivel nacional”, explicó Cussi.

El dirigente también mencionó el impacto que esta situación tiene en las obras sociales, ya que muchas empresas atrasadas en los pagos complican aún más el acceso a servicios médicos para los trabajadores.

La industria textil en Santa Fe enfrenta una situación crítica debido a la combinación de políticas de importación y la crisis económica general. Mientras empresarios y trabajadores hacen esfuerzos conjuntos para mitigar el impacto, la necesidad de políticas más favorables y un apoyo gubernamental efectivo se vuelve cada vez más urgente. La comunidad textil espera que estas dificultades sean temporales y que se puedan encontrar soluciones para revitalizar uno de los sectores más importantes de la economía provincial.