Ciudad
Policiales

Denuncian que aumentaron los ataques a piedrazos a micros en Rosario


Afirman que la mayoría de los hechos ocurren principalmente en el acceso a la ciudad por autopista a Buenos Aires

Los ataques a colectivos de larga distancia que ingresan o salen de Rosario no se detienen. José Petrocelli, integrante de la Cámara Federal de Transporte de Turismo, denunció este miércoles que se producen “de tres a cuatro agresiones con piedras por día”, principalmente en el acceso a la ciudad por autopista a Buenos Aires.

“Ponemos en conocimiento de la ciudadanía que estamos sufriendo una serie de ataques a pedradas a las unidades, tanto combis, buses y mini buses. Nos arrojan piedras o adoquines desde los costados de la ruta. Nos rompen los cristales. Han lastimado a choferes y en algún momento ocurrirá una desgracia con un pasajero”, afirmó Petrocelli.

“Especialmente sobre la autopista Rosario Buenos Aires, desde la fábrica de General Motors (a la altura de Alvear) hasta el casino City Center. También, tenemos hechos por Circunvalación en el tramo comprendido entre bulevar Oroño y el acceso a autopista a Córdoba”.

“Un móvil policial que está estático en un lugar no sirve para disuadir a quienes cometen esos hechos. Yo ingreso a la ciudad continuamente viniendo desde Buenos Aires y veo siempre a las camionetas policiales con las luces encendidas. Pero eso no alcanza para desalentar a la gente que comete esos delitos” .

“Los móviles policiales tendrían que moverse, recorrer la zona donde ocurren los hechos, habría que poner mejor iluminación”, sostuvo Petrocelli, quien agregó que los ataques a piedrazos se registran “de forma agresiva” tanto en Rosario como en Santa Fe, e incluso “se producen esos hechos en Santiago del Estero y Córdoba”, remarcó.

“La cuestión es que en los últimos dos o tres meses se incrementó mucho. Esto había arrancado antes de la pandemia y fue creciendo poco a poco. Ahora tenemos entre 3 y 4 hechos por día. Es muchísimo. Los choferes no deben detenerse ante un cascotazo porque después viene el robo”, agregó Petrocelli.

El dirigente de la Cámara subrayó que “el problema es cuando le pegan al chofer, que lleva entre 40 ó 50 pasajeros. Puede suceder una desgracia. El colectivero puede llegar a mantener el vehículo, pero si le pegan en la cara, como ya sucedió una vez, es ser humano… En cualquier momento vamos a tener algún pasajero herido porque nos tiran con piedras grandes”.

Según el representante de los transportistas, las agresiones ocurren a cualquier hora del día, y añadió que cuando se rompe un cristal o parabrisas, siempre y cuando no haya causado heridas a personas, se genera un perjuicio económico para la empresa y también un trastorno para los pasajeros, ya que muchos de esos viajes no pueden continuar si no se reemplaza el vidrio.