Este jueves 4 de febrero se estrena el documental que recuerda a la histórica película argentina "Esperando la carroza". CLG dialogó con su directora
Por Mario Luzuriaga
«Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles», «Tres empanadas», «¿Dónde está mi amiga», y muchas frases más son las que quedaron en el inconsciente colectivo gracias a la película que se convirtió en un clásico de culto desde su estreno.
«Esperando la carroza», dirigida por Alejandro Doria y protagonizada por Luis Brandoni, China Zorrilla y Antonio Gasalla, entre otros, llegó a crear grupos de fans generación tras generación y ellos se autodenominaron «Carroceros». Y precisamente ese nombre es el título del documental que estrenarán este jueves 4 de febrero en Cine.Ar.
https://www.youtube.com/watch?v=hv2itkN3ta8
Los directores Denise Urfieg y Mariano Cattáneo son los ideólogos de este film que toma los testimonios de estos fanáticos que visitan las locaciones de la película, como así también como le rinden tributo.
«Con Mariano Cattáneo trabajamos en una productora y es muy «carrocero». Se nos ocurrió hacer algo en el barrio donde se filmó y hubo muchas anécdotas de vecinos, que nos contaban que había grupos de fanáticos que hacían tours por la casa y se sacaban fotos», cuenta la co-directora Denise Ufrieg a CLG.
La tarea para ubicar a las comunidades de fanáticos fue una tarea fácil para los cineastas, ya que lo hicieron vía Facebook en los cuales tienen más de 21 mil miembros.
—¿Cómo fue sumergirte en este mundo de fanáticos de «Esperando la carroza»?
—Es una comunidad hermosa que se reúne y se divierte. Hay formadas parejas, hay hijos de carroceros; y me encantó que se esto surja de una película argentina. Es un homenaje a la película y al cine nacional. También fueron muy lindas las entrevistas que tuvimos con los actores porque cuentan muchas anécdotas.
—¿Considerás que es la mejor película del cine argentino?
—Sí, puede haber discusiones, pero en donde no las hay es que es una película de culto. Este fenómeno no surgió con otra película y no es una valoración subjetiva.
—¿Qué es lo que más te gusta tanto de la película como del documental?
—De la película me gusta mucho el guión, me parece que es un hallazgo de encontrar una sátira y un grotesco de un tema tan dramático, hecho con tanto humor. Me encanta la incorrección política de los diálogos, que se meta con los judíos, comunistas, negros, pobres, con los viejos; algo que hoy en día no se podría hacer. Cuando filmamos el final hecho con los carroceros fue muy lindo y lo mejor fue acompañarlos en todas las locaciones.
—Hacen como un vía crucis por el barrio.
—Sí, totalmente… (risas) es como un rezo, hay peregrinación y un templo, que es la casa donde se rodó la película en el barrio de Versalles.
—¿Qué historia carrocera te gusta más?
—Todas hacen un conjunto y al fenómeno, pero hay una carrocera que es nuestra favorita (espero que no se ofendan los otros), que es Mariana. Es una chica de Bahía Blanca que es actriz, y es tan fanática de China Zorrilla que se siente la nieta. Es la reencarnación porque imita tal cual al personaje de Elvira.