Mascotas

Tras un estudio

Demuestran que los perros se contagian del estrés de sus propietarios


Los perros domésticos se contagian del estrés de sus dueños. Y en mayor medida si son perras. Eso es lo que concluye un estudio realizado por la investigadora Lina Roth, de la Universidad de Linköping (Suecia), que por primera vez ha demostrado que existe correlación y sincronización hormonal y emocional a largo plazo entre individuos de dos especies distintas que comparten su vida.

En su investigación –que acaba de publicarse en Scientific Reports–, Roth y sus colegas midieron concentración de cortisol (la hormona del estrés) en el pelo de 58 perros (pastores Shetland y collies) y sus dueños durante un año, y encontraron que cuando los niveles de cortisol eran elevados en los humanos, también eran elevados en sus perros; y especialmente en las hembras, lo que sugiere que los niveles de estrés de las personas y los perros con los que conviven se coordinan.

Esa asociación se observó tanto en verano como en invierno, para cualquier nivel de actividad física, y tanto en parejas perro-amo que compiten en pruebas de agilidad y obediencia como en las que solo comparten vida doméstica, si bien la sincronización del cortisol parece más fuerte entre los primeros, quizá porque las muchas horas de entrenamiento aumentan su cercanía emocional.

Roth, bióloga especializada en habilidades sensoriales de los animales, detalla en las conclusiones de su estudio que también han observado relación entre la personalidad de los dueños y las concentraciones de cortisol en el pelaje de los perros, por lo que sugiere que “son los perros los que reflejan los niveles de estrés de sus dueños y no los dueños los que responden al estrés de que provocan los perros en sus vidas”.

Que los perros se contagian de las emociones de sus dueños seguramente no sorprenda a muchas de las personas que conviven con un can. Ni tampoco a quien trabaja en entornos donde hay perros.

“Nos imaginábamos que es así porque lo vemos a menudo cuando nos llegan propietarios con perros que se alteran fácilmente durante el paseo, que los primeros que se ponen nerviosos cuando se acerca otro perro u otra persona es el amo, y le transmite ese nerviosismo al perro; de modo que lo primero que pedimos al dueño que quiere reeducarle es que se tranquilice”, explica Paula Calvo, etóloga investigadora de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la UAB y directora de la plataforma Antrozoologia.com.

Y ahora, el estudio de Roth demuestra científicamente eso que los educadores intuían y abre nuevas vías a tener en cuenta a la hora de comprender determinados cambios de comportamiento en un perro.

“Esta correlación y sincronización entre perro y humano hay que tenerla en cuenta en el día a día, y cuando busquemos qué le pasa a un perro habrá que preguntar al dueño ¿y tú cómo estás?, porque si está pasando por situaciones de estrés por una mudanza, por la llegada de un bebé a casa, por problemas laborales que provocan que no duerma bien… el perro puede estar reflejando ese mismo estrés”, comenta Calvo. Y agrega que “ahora sabemos que el impacto que las mudanzas tienen en los perros no obedece solo al cambio de entorno, sino al estrés que las cajas, los traslados, etcétera provocan en el propietario.

También destaca la transcendencia de otro de los hallazgos del estudio: que la sincronización emocional entre perro y humano se ve afectada por los rasgos de personalidad de la persona, de modo que no cuenta solo si el propietario está más o menos estresado, sino que el hecho de que sea más o menos neurótico, más o menos responsable o más o menos abierto también repercute en el animal.

Los investigadores de la Universidad de Linköping aseguran que los resultados de su trabajo “proporcionan evidencia adicional para apoyar la fortaleza de la relación entre humanos y perros, y también pueden ser relevantes para mejorar el bienestar del perro”.

Calvo, por su parte, enfatiza que “hasta ahora se había demostrado este contagio y sincronización hormonal dentro de individuos de la misma especie que conviven: entre personas, entre perros, entre primates, entre ratas…, pero ahora hemos de tener también en cuenta que lo que le ocurre al humano puede contagiar a individuos de otras especies, y con la que está más vinculada sin duda es con el perro”, según informó La Vanguardia.

En cuanto al hecho de que el contagio emocional y hormonal sea más acusado en el caso de las perras, dice que no la sorprende. “En la mayoría de especies de mamíferos que se han estudiado, la reactividad emocional es más alta en las hembras, ellas suelen ser más reactivas”, concluye la etóloga.