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Del país, a todos: el primer “matebar” de Latinoamérica está en Argentina


Una propuesta original, pensada para turistas. “Si querés bailar tango, hay un montón de lugares. Con el mate no pasaba lo mismo”, afirmó a CLG Uriel Charne, dueño del local ubicado en La Plata

Por Belén Corvalán

Las costumbres y los hábitos cambian. Si antes era común compartir un mate en un ámbito hogareño o al aire libre, hoy en día ya existe el primer matebar boutique de toda Latinoamérica. Es argentino, está en La Plata y se llama Matea. Una propuesta que invita al público a vivir una experiencia que tiene como protagonista a este tradicional “compañero” argentino.

“El fuerte nuestro es hacer llegar a la gente yerbas que de otra manera no se conocerían, ya que son de cooperativas seleccionadas de Misiones”, dice a CLG Uriel Charne, dueño del local que abrió sus puertas en agosto del año pasado y que cuenta con una variedad de más de treinta tipos de yerbas orgánicas para elegir.

La iniciativa surgió a partir de la demanda del turismo extranjero. “Si querés bailar tango hay un montón de lugares para poder hacerlo, pero con el mate no pasaba lo mismo. Es un ícono que el extranjero lo reconoce como tal, pero no había un espacio donde se podría vivir de manera integral”, relata.

Un sector importante del público que tienen es de extranjeros curiosos, que quieren saber más sobre esta tradición argentina. “Todos los que vienen se van fascinados. En la primera sensación no entienden bien de qué se trata, dicen que es muy amargo o caliente, pero eso de chupar de una bombilla les resulta divertido”, afirma Charne. Por ello, a mediados de este año, planean expandirse a Capital Federal y a otros puntos turísticos del país.

Aunque la costumbre argentina de juntarse a tomar mate implica compartirlo e irlo pasando entre dos o más personas, Matea se destaca por hacer una propuesta diferente. “Para cada persona hay un mate ideal. A partir de esa premisa, la idea es que cada uno elija la yerba base que quiere, y después que se roten los mates y que vayan probando”, cuenta. A su vez hay un sommelier que asesora sobre los distintos tipos de yerba mate, ya que de acuerdo a los cortes que tiene la hoja varía la intensidad, el sabor y el aroma.

“Cuanto más gruesa es la hoja, más liviana es la infusión en boca. Hay desde yerbas ahumadas de manera natural, que son las más livianas, hasta la más intensa, que es denominada tipo uruguaya”, explica. En todos los casos la hoja está estacionada durante 24 meses. “Eso le da un montón de propiedades beneficiosas para la salud, y hace que sea una infusión mucho más energizante”, destaca Charne.

De todos los tipos de materiales que se utilizan para esta bebida, madera, calabaza o albaca, en Matea el servicio se brinda en un mate de vidrio, transparente. “Es la mejor opción porque no contamina ni en aroma ni en sabor a la yerba, que es el producto premium que nosotros estamos brindando”, añade. Aunque en un principio, por una cuestión de higiene, comenzaron con bombillas descartables, luego el mismo público demandó que sean de las tradicionales, por lo tanto utilizan de este tipo, que luego son esterilizadas. El uso del equipo de mate con los ingredientes vale lo mismo que un capuchino en cualquier cafetería estándar de Buenos Aires.

Sin embargo, el local no es solo para los amantes materos, sino que también hay otras opciones de cafetería, licuados, tés en hebras, y agua de frutas. “Estamos contento. La repercusión fue muy buena y eso hizo que tengamos que agrandar el local al doble de lo que lo teníamos originalmente”, concluye.