Las autoridades sanitarias de Chile ordenaron una vacunación obligatoria contra la fiebre amarilla en la Isla de Pascua, un territorio insular chileno ubicado en medio del Pacífico, tras la reciente detección de un brote de dengue en la zona.
El ministerio de Salud resolvió vacunar a todos los residentes de la isla una semana después de que decretara una alerta sanitaria en la zona tras la irrupción de una decena de casos de dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que también es portador de la fiebre amarilla, el zika y la chicunguña.
Ubicada en medio del Pacífico, a unos 3.500 km de distancia del continente chileno, la Isla de Pascua está habitada por unas 7.000 personas, en su mayoría de la etnia rapa nui. El territorio insular es visitado cada año por unos 100.000 turistas.
«La próxima semana vamos a comenzar una estrategia de vacunación de carácter preventivo en la zona», indicó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, citada por el diario La Tercera.
El decreto de vacunación obligatoria fue publicado el jueves en el Diario Oficial de Chile.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda, endémica en zonas tropicales de África, América Central y Sudamérica. En los últimos tres años, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú y Surinam han notificado casos confirmados.
En febrero, dos jóvenes chilenos que vacacionaban en Ilha Grande, una isla de Brasil, fallecieron por fiebre amarilla en medio del brote que acecha a ese país, donde entre julio pasado y mediados de marzo ha habido 920 casos de la enfermedad y más de 300 muertos, según la Organización Panamericana de la Salud.
En 2000, se detectó por primera vez la presencia del mosquito en la Isla de Pascua, ordenándose a partir de esa fecha diversos programas de vacunación masiva de sus residentes.
Pero «teniendo en cuenta la presencia del vector en la Isla de Pascua, el ingreso permanente de personas y turistas provenientes de áreas endémicas de la enfermedad y el crecimiento de la población residente no inmunizada en la isla, existe el riesgo de presentar un brote de fiebre amarilla con casos graves y fatales», explica el decreto oficial.