Lo anunció el presidente Pedro Sánchez. Ya hay dos personas fallecidas, sumado a daños en infraestructuras y hectáreas de campos de cultivos anegadas.
Zaragoza se prepara para lo peor ante la crecida del río Ebro como consecuencia de la borrasca Barra, que dejó a Aragón, Navarra y La Rioja como «zona catastrófica», y dos personas muertas, y la Unidad Militar de Emergencias (UME) ya está desplegada en varios puntos de la región para colaborar en el refuerzo de diques porque las previsiones indicaron que el pico de la crecida se producirá este martes y se mantendrá unas 48 horas.
La crecida presenta un caudal de 1.709 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,71 metros, registró la agencia ANSA, y se prevé que el caudal máximo se sitúe en torno a los 2.500 metros cúbicos y que la altura alcance los 6,2 metros de la cota.
«La previsión con la que hemos actuado ha sido bastante mayor que en riadas anteriores», dijo el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, en referencia a la anterior riada, que tuvo lugar en 2015, cuando se alcanzaron los 6,10 metros de altura.
El premier, Pedro Sánchez, anunció hoy que el gobierno declarará zona como catastrófica a las localidades inundadas por la crecida desde el pasado 9 de diciembre.
El temporal se cobró la vida de dos personas, ambas en Navarra, una mujer que falleció a causa del desprendimiento del cobertizo de un caserío, y un hombre cuyo cuerpo fue encontrado en el interior de un vehículo.
En Navarra la crecida ocasionó daños en infraestructuras y dejó cerca de 15.000 hectáreas de campos de cultivos anegadas.
«No vamos a tolerar que esto sea una costumbre, inundaciones en 2015, inundaciones en 2018 e inundaciones en 2021. Alguien tendrá que tomar una determinación», manifestó el presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra, Félix Bariáin, que consideró necesaria la limpieza de los ríos.
«La riada ha dejado infraestructuras y caminos rotos, se ha llevado la mejor tierra y esto va a costar mucho dinero a las arcas de todos», subrayó Bariáin.
Dos colegios no pudieron abrir hoy sus puertas por la inundación de sus aulas.
La crecida del río anegó las calles de Tudela (Navarra), donde dejó más de un metro de alto de agua, y obligó a los vecinos a permanecer en sus domicilios; en Novillas los vecinos fueron evacuados por precaución y la crecida inundó dos terceras partes de la localidad.
En La Rioja la crecida también dejó cuantiosas pérdidas en cultivos, aún sin cuantificar.