Según el organismo internacional la región tardará más en recuperar su nivel de actividad previo a la pandemia por el impacto que la misma generó en el empleo
El Fondo Monetario Internacional advirtió este lunes que la región de Latinoamérica y el Caribe tardará más en recuperar el nivel de actividad económica previo a la pandemia por el impacto que ésta ha tenido en el empleo.
América Latina necesitará más tiempo que el resto del mundo para que su economía vuelva a lo que era antes de la pandemia del Covid-19, estima el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«El producto de la región retornará a los niveles previos a la pandemia apenas en 2023, y el producto interior bruto (PIB) per cápita lo hará en 2025, es decir, más tarde que otras regiones del mundo», señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, Alejandro Werner, en el más reciente análisis del desarrollo de la región.
El crecimiento para este año ha sido revisado al alza en Brasil, México, Chile, Colombia y Perú, pero a la baja en la región del Caribe dado que la reanudación del turismo ha tardado mucho más de lo previsto. #IMFAmericas
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— FMI (@FMInoticias) February 8, 2021
A pesar de este contexto, el FMI elevó al 4,1% su pronóstico de crecimiento regional para 2021, comparado con el 3,6% calculado en octubre, en vista de que en 2020 los resultados han sido más sólidos de lo previsto.
Otro de los factores que lleva al organismo multilateral a mejorar sus previsiones es la expectativa de que se amplíen las campañas de vacunación, así como el aumento de los precios de algunas materias primas, que beneficiaría a varios países cuyas economías dependen ampliamente de los commodities.
Por países, el crecimiento para este año fue revisado al alza en Brasil, México, Chile, Colombia y Perú, pero a la baja en la región del Caribe, del 4 % al 2,4%, ya que la reanudación de las actividades de viajes y turismo, vitales para la región, está tardando mucho más de lo previsto.
«La incapacidad para contener las nuevas infecciones, la imposición de nuevos confinamientos y el consiguiente cambio de comportamiento de la gente supondrán un lastre para el crecimiento», concluye el FMI.