Por Belén Corvalán desde Buenos Aires, especial para Con la Gente Noticias
En una larga sesión que finalizaría en horas de la noche, los bloques opositores están buscando en la Cámara de Diputados aprobar el proyecto de “Emergencia Tarifaria”, que elimina las subas en las facturas de los servicios públicos en 2018 y condiciona nuevos aumentos al alza salarial.
Para conocer los detalles de la discusión que se está dando en la Cámara Baja, Con La Gente dialogó con Daniel Arroyo, diputado nacional por el Frente Renovador.
«Aspiro a que se pueda aprobar, creo que va a ser así. Es un proyecto muy racional, con el cual vuelve todo al 1 de noviembre de 2017, estableciendo que las tarifas deberían aumentar en un mismo porcentaje que el sueldo de los trabajadores», aseguró Arroyo.
Continuando con su relato, el cordobés agregó: «Estamos en un contexto donde las familias están endeudadas, no alcanza la plata y sobran varios días al mes. Si se aprueba, el gobierno debería ponerlo en marcha porque es un proyecto para que la gente tenga plata en el bolsillo».
Ante la posibilidad de que el gobierno vete la iniciativa debido “al alto costo fiscal que implica”, quién fue ex Viceministro de Desarrollo Social de la Nación, consideró que no está confirmado que sea así: «Tengo la esperanza de que lo evalúen y no lo veten. Espero que lo consideren y se den cuenta que es un buen proyecto. No es posible pagar las tarifas que han establecido, los costos fijos para las familias son muy altos».
La sesión es una de las más calientes en los últimos tiempos, con cruces entre varios diputados. Sin embargo, el diputado aseguró que «ha sido muy razonable hasta el momento. Hablarán todos los que lo quieran hacer y luego se votará. Imagino que se logrará la mayoría».
Por último, Daniel Arroyo brindó su opinión con respecto al financiamiento que pedirá el gobierno de Mauricio Macri al Fondo Monetario Internacional (FMI): «Me da mucha tristeza. Cuando el Fondo da créditos, introduce condicionalidades que apuntan a la seguridad social, a las bajas de las jubilaciones, al parate de la actividad económica y al ajuste del gasto público. Siempre sobre un supuesto de que con eso va a crecer la economía a través de las inversiones, generando más empleos. Es un idea bastante fantasiosa. No es el camino que hay que hacer».