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De fundar un club en una villa rosarina a ser parte del mundo River


Giuliano Baruzzo fue parte de la creación de María Madre en Villa La Lata. Hoy coordina en la Fundación River. Y dialogó con CLG. Conocé su historia

Por Emilia Ottogalli

Giuliano Baruzzo es un joven rosarino cuyo compromiso social lo ha llevado lejos. Desde 2016, Guiliano trabaja en Villa La Lata en la creación del club María Madre y fue esa labor la que le abrió las puertas para ser, ahora, el Coordinador Deportivo de la Fundación River.

Para poder contar la historia de Giuliano, hay que contar también y hacer un repaso por la de María Madre, pues están totalmente vinculadas. Para esto, CLG dialogó con el protagonista para saber un poco más sobre este proceso.

«Yo llego a La Lata en 2016 acompañando al padre Fabián Belay. A partir de ahí conocí el trabajo que se hacía, que empezó con un centro de vida antes que con el club, y empecé a ir para acompañar al padre a trabajar ahí con los chicos», comenzó relatando. En 2017, cuestiones personales le permitieron abocarse completamente a esta labora y «surgió la idea de formar un club».

Poco a poco y a base de esfuerzo «el club fue creciendo y tuvo cada vez más popularidad en el barrio». «Era uno de los dispositivos que teníamos desde la parroquia para abordar la problemática de vulnerabilidad social y adicciones», manifestó, dejando en claro una y otra vez cuál fue el motivo de crear esta institución.

Foto: Club María Madre

Desde María Madre empezaron a brindar «talleres de oficios y clases de apoyo», entre tantas otras actividades. «Empezamos a hacer un acompañamiento integral», recordó. Y en cuanto a su propia función, sostuvo: «Mi rol dentro del club, siempre fue ser el coordinador. Y de alguna forma el que llevaba adelante el proyecto».

En medio de este largo proceso, Giuliano tuvo el primer contacto con la gente de la Fundación River: «Uno de los programas que llevan adelante se llama ‘Sin Fronteras’: cada vez que el equipo juega en el interior o en el exterior del país, se visita alguna escuelita deportiva carenciada, se hace una donación y se incorpora en la red de clubes de la fundación que pretende ser un acompañamiento permanente con formación y demás», contó. «Ese año se contactaron conmigo por medio de Rosario Solidaria y fue la primera vez que vinieron a La Lata», detalló.

Ese vínculo perduró en el tiempo y se hizo cada vez más fuerte. La «Red de clubes» de la Fundación tuvo que ver en muchos de los logros de María Madre y el compromiso de Giuliano, también. «Empezamos a trabajar en conjunto, a pensar ideas en conjunto y este año en febrero me ofrecieron que asuma la coordinación deportiva de toda la Fundación», señaló.

Si bien la decisión no fue nada fácil y el ahora mánager de María Madre no soltó completamente ese club que forjó con tanto trabajo, el protagonista de esta historia aceptó la oferta y se fue a Buenos Aires. Actualmente se encarga de dos programas, principalmente: «Valores a la cancha» y «Escuela de formadores».

Sobre su nuevo trabajo, explicó: «Valores a la cancha es la creación de escuelas de fútbol en zonas marginales del interior de la provincia de Buenos Aires y el país. Tenemos 7 escuelas, 6 en provincia y una en Misiones, en Puerto Iguazú, en el medio de la selva en una comunidad originaria». «Mi rol es ser el coordinador deportivo de esa actividad, laburar con los profes, los chicos, llevar adelante el programa», añadió.

«Por otro lado, Escuela de Formadores es precisamente sobre acompañamiento y capacitaciones para los profes de los clubes que River visita en el programa ‘Sin Fronteras'», destacó.

En María Madre o en la Fundación River, Giuliano mantiene una constante y tiene más que claro cuál es su vocación: incluir a través del deporte para brindar oportunidades.