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De Brasil al mundo: recorren las rutas de Sudamérica en moto


Leandro, junto con Agnaldo Bizerra y Eunápio Tavares, iniciaron una travesía en la que recorrerán más de 20 mil kilómetros con una única compañera de ruta: la moto

Por Belén Corvalán

“No hay precio que pague el viento en el rostro”. Así define Leandro Garcia, en diálogo con CLG, la libertad que le provoca viajar en moto. Lo dice con una sonrisa, al tiempo que ultima detalles para emprender nuevamente la ruta. “Ser parte del paisaje es muy gratificante”, añade. Es que Leandro, junto con Agnaldo Bizerra y Eunápio Tavares, el 2 de enero decidieron abrir un paréntesis en su vida cotidiana y darse el lujo de hacer una de las cosas que más placer les genera: recorrer Sudamérica en su mejor compañera de viaje, la moto.

Los tres son del noreste de Brasil, desde donde comenzó la odisea que durará alrededor de 40 días y en la que recorrerán 20 mil kilómetros. La propuesta está enmarcada en el Proyecto Expedición Equilibrium, un grupo que desde hace seis años realiza este tipo itinerarios con el objetivo de alimentar el intercambio cultural entre diversos puntos geográficos. La primera parte de la expedición fue en el 2015, donde la traza planificada los llevó por lugares como Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, y Venezuela. No obstante, en esta segunda parte planean dejar su huella en países como Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia, y Paraguay. “Nos gusta el clima de cada país, y sentir el calor humano de cada persona es muy satisfactorio”, afirma Leandro, que en Brasil trabaja como comerciante.

A varios días de haber salido del punto de origen, la andanza que emprendieron de a tres los encontró en Ciudad de Buenos Aires, donde debieron hacer una parada a causa de un problema técnico que tuvieron en una de las motos, por la rotura de un parabrisas. Por dicha razón se alojaron en un hotel del centro porteño y de paso, esperaron a que la lluvia torrencial se apaciguara. Excepto el mencionado, desde el comienzo de la travesía no tuvieron grandes inconvenientes, y afortunadamente pudo ser solucionado fácilmente.

“El miedo existe, pero hay que ser fuerte, y seguir adelante”, resalta Leandro, respecto a la incertidumbre que genera estar plenamente entregado a lo desconocido. Por ello, es que en el equipaje que cargan, además de ropa, llevan todo el equipamiento para montar campamento en caso de que sea necesario. Desde un colchón hasta la carpa, aislante térmico y también elementos de cocina. Respecto al financiamiento del viaje, un dato no menor, Leandro explica que todo lo que gasten corre por cuenta de ellos mismos. Sin embargo, el proyecto en algunos lugares les ofrece alojamiento gratis, ya sea en campings u hoteles, pero no en todos.

Leandro, al igual que Tavares, es comerciante, y Eunapio es abogado. Los tres cuentan que todos tienen familia, con esposas e hijos, y concuerdan que aunque se hace complicado porque por momentos se extraña y mucho, es muy importante el apoyo que reciben de parte de ellos para poder realizar una experiencia de este tipo. “Este es un sueño nuestro, así que nos comprenden, tanto los amigos como la familia”, destaca Leandro.

Asimismo, sostiene que una vez que se cumplan los 40 días y regresen a su hogar, “no va a ser fácil volver a la rutina”. “Después de parar la cotidianeidad de la vida, vamos a tener que empezar a proyectar un nuevo viaje y comenzar nuevas aventuras”, añade.

Para finalizar, Leandro deja un mensaje dedicado a todos aquellos a los que ganas no les falta para lanzarse a vivir una experiencia similiar, pero no se atreven a concretarlo porque el miedo a lo incierto los frena. “A todos los aventureros de Platón les digo que no hay que tener miedo, hay que tener fe en Dios. Hay que seguir los sueños y realizarlos, de lo contrario un día estarás sentado en un sofá y no tendrás nada para contar”.