Un equipo de científicos del MIT ha creado y desarrollado un método innovador con el cual se puede producir madera
La deforestación es uno de los principales ataques al medio ambiente que contribuye al cambio climático, ya que es bien sabido que los árboles son grandes reguladores del clima y absorben CO2. Te presentamos la primera madera “viva” hecha en un laboratorio y que será el fin de la tala de árboles.
Madera de laboratorio: un invento que evitará la deforestación de los bosques
Un equipo de científicos del MIT ha creado y desarrollado un método innovador con el cual se puede producir madera sin tener que salir del laboratorio. Este material puede ser hecho en todos los tamaños y formas imaginables. Con este invento se pueden crear productos muy particulares.
Los cuales tendrían las características necesarias para cada uso. Así, por ejemplo, se podrá hacer una mesa, un mueble o una cama sin talar un solo árbol, pero que tenga el aspecto y la textura de la madera. Otra peculiaridad de este producto es el poco desperdicio que queda después de usarlo.
¿En qué consiste este material que sustituirá la necesidad de talar árboles?
Para crear el material parecido a la madera con este método, primero se toman las hojas de una planta llamada zinia común y se les sacan las células. Posteriormente, se combinan con un gel muy dúctil que está enriquecido con nutrientes, minerales y hormonas que refinan la mezcla para hacerla más pura.
Esta combinación hace que las células vegetales se reproduzcan en otras, las cuales serán manipuladas en las condiciones del laboratorio. Este es un proceso similar al del cuerpo humano, que posee hormonas que dictan el desarrollo de sus células y la aparición de ciertos rasgos distintivos.
De igual manera, al variar las concentraciones de estas hormonas en el medio que contiene los nutrientes, los componentes vegetales varían en su forma y tamaño. Es decir, con solo manipular estos pequeños químicos se pueden crear drásticos cambios en lo que se refiere a aspecto físico y atributos.
Finalmente, con una impresora 3D alimentada con este material se pueden crear muchas estructuras con gran precisión, como sofás o sillas con formas tan complicadas como se desee. Luego, pasa por un proceso de fraguado en la oscuridad que dura de tres a cuatro meses, según el objeto.
En este tiempo, el material se deshidrata y el resultado es el artículo hecho de madera artificial con todos los atributos de la natural. Lo mejor es que en todo el proceso no se tala ni un solo árbol, siendo sostenible, ecológico, amigable con el medio ambiente y sin afectar los grandes bosques.
Se pueden adaptar diferentes propiedades del material para la creación de artículos
Sus creadores han descubierto que, ajustando algunos químicos necesarios durante el crecimiento del material, se puede ejercer un control muy preciso sobre las características mecánicas del material, como la densidad, rigidez, peso, etc., lo que lo hace muy dúctil.
Un ejemplo de lo anterior es que los científicos han determinado que, cuando disminuían las hormonas, obtenían materiales de células abiertas y redondeadas con una baja densidad. Mientras que mayores niveles de hormonas resultaban en un material con células más pequeñas pero muy densas.
De tal forma que, con este control químico, se pueden crear artículos que sean rígidos y fuertes u otros que sean ligeros y suaves. Incluso se puede predefinir hasta el color, de acuerdo a la necesidad. Otra ventaja es que genera muy poco desperdicio durante y al final del proceso.
En conclusión, esta madera “viva” creada en el laboratorio sustituye a la natural, marcando el fin de la deforestación que trae como consecuencia el cambio climático. Además, no produce desperdicio que es causa de quema y liberación de CO2. Ahora solo queda esperar su comercialización.