Los nuevos taxis eléctricos en La Habana administrados por el Estado y conducidos por mujeres buscan disminuir la contaminación de la atmósfera y además ahorrar petróleo
Los «ecotaxis» femeninos ya están activos en La Habana en dos tramos de la ciudad para «hacer viajes» desde la principal terminal de ómnibus de la ciudad cubana y de la estación de ferrocarriles.
«Realizan alrededor de ocho viajes completos diarios, con un servicio que se caracteriza por defender un modelo sostenible», explicó un directivo del transporte de la capital.
«Son baratos, más o menos rápidos pero lo que más me gusta es que lo manejen damas», dijo sonriente Mario, un cliente de los pequeños vehículos de tres ruedas que fueron estrenados con ceremonias en las zonas que cubre.
El ministerio de Transporte divulgó que el montaje y ensamblaje de los 23 triciclos, así como la instalación del parque fotovoltaico, «permite materializar la voluntad del país en el enfrentamiento al cambio climático» . La razón de ello es que disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes a la atmósfera.
Socialmente el gobierno le ve otra ventaja que es «la integración de la mujer transportista cubana, el aporte a la transportación de pasajeros y el intento de compensar el consumo de electricidad».
El transporte público en la capital cubana, de mas de dos millones de habitantes, ha pasado por diversas, y frecuentes, etapas «complejas» causadas por la escasez de vehículos y de combustible principalmente.
Las autoridades citadinas aplicaron hace años medidas realmente extraordinarias como el uso en toda la ciudad de llamados «camellos», o sea camiones pesados «enganchados» a grandes plataformas para mover al mismo tiempo decenas de pasajeros, Los vehículos, enormes para la mayoría de las calles habaneras se movían solo por las grandes avenidas y fueron comparados entonces por un humorista nacional con «la película del sábado» en la televisión cuya atracción eran los filmes «de terror».
Esto ayudaría a las autoridades a ahorrar más petróleo, escaso y que hace funcionar actualmente prácticamente a todo el «parque automotor» público y privado en La Habana y en todo el resto de Cuba menos a los ecotaxis.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba elogió «la iniciativa». Según esa delegación es «hermosa e innovadora en la región».