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Cuatro de cada diez personas con diabetes tipo 2 presentan enfermedad cardiovascular


La diabetes afecta a más de 1 de cada 10 argentinos y se calcula a nivel mundial que más del 90% de los casos son de diabetes tipo 2

Cuatro de cada diez personas con diabetes tipo 2 presentan enfermedad cardiovascular, por lo que aunque históricamente el control de las personas con diabetes está centrado en la medición de la glucosa, un reciente documento elaborado por seis sociedades científicas destacó la importancia de realizar un abordaje más integral, atendiendo también aspectos vinculados con factores de riesgo cardiovascular y renal.

“Las personas con diabetes que no estén logrando un control óptimo de su enfermedad presentan un mayor riesgo cardiovascular; debemos trabajar en conjunto para que las recomendaciones lleguen a todos los involucrados», indicó la médica diabetóloga Silvia Gorban de Lapertosa, presidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD), una de las seis entidades que preparó el documento.

La especialista sostuvo que los pacientes deben hablar con su médico para tomar medidas a tiempo y prevenir complicaciones.

«En la actualidad, el control óptimo de la diabetes debe considerar el control de todos los factores de riesgo, incluyendo el sobrepeso y la obesidad. Es fundamental hacer énfasis en que, si reducen al menos 5 a 10% de su peso corporal, también van a disminuir su riesgo cardiovascular», detalló.

El médico cardiólogo Alejandro Hershson, ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), indicó que “existe suficiente evidencia científica que apoya la necesidad de reemplazar el concepto ‘glucocéntrico’ -centrado en el control de los niveles de glucosa en sangre– para adoptar una mirada más integral que atienda aspectos vinculados a los factores de riesgo cardiovascular, renal o metabólico».

«Los resultados de los estudios realizados en nuestro país en los últimos años nos obligan a reflexionar y a tomar medidas para mejorar la evolución de nuestros pacientes en la práctica clínica”, resaltó.

Según las entidades científicas -que además de la SAD y SAC fueron la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), la Sociedad Argentina de Lípidos (SAL), la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN)- estudios observacionales realizados en el país reportaron que unas 4 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 presentan enfermedad cardiovascular, principalmente de tipo aterosclerótica, y enfermedad renal crónica.

Sin embargo, sólo la mitad alcanza un óptimo control metabólico y menos del 20% logra un adecuado control de todos los factores de riesgo cardiovascular en forma conjunta.

A su vez, aún cuando las guías de tratamiento recomiendan con un alto nivel de evidencia el uso de medicación con beneficio cardiovascular demostrado para el control glucémico de las personas con diabetes, alrededor de un 10% es tratado con medicamentos cardioprotectores como los agonistas del receptor GLP1 (arGLP-1) y los inhibidores de SGLT-2 (iSGLT-2).

Además, más allá de la enfermedad cardiovascular -aunque asociada seguramente- en Argentina 8 de cada 10 personas con diabetes tiene hipertensión arterial.

«Es por esto que recomendamos controlar los niveles de tensión arterial regularmente, no esperar a tener síntomas o a que se presente un evento para actuar. El diagnóstico temprano es clave”, sostuvo Pablo Rodríguez, secretario de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial.

En la misma línea, Pablo Corral, presidente de la Sociedad Argentina de Lípidos, sostuvo que “la enfermedad cardiovascular aterosclerótica es la causa número uno de morbi-mortalidad en los pacientes con diabetes, siendo los trastornos lipídicos el núcleo central del proceso de aterosclerosis».

«La evidencia nos muestra que el control de los niveles de lípidos es subóptimo en Argentina, donde más de un 50% no se encuentra con el tratamiento adecuado, sin llegar a las metas propuestas. Los motivos de esta realidad son inercia clínica, utilización de dosis inadecuadas de estatinas, falta de combinación de hipolipemiantes y discontinuación de la terapia, entre otras”, añadió.

Pero, además, la diabetes está asociada a la enfermedad renal: «Según diferentes estudios, en Argentina hasta un 60% de las personas con diabetes tipo 2 tiene enfermedad renal y esta asociación incrementa el riesgo cardiovascular”, dijo Carlos Bonanno, presidente de la Sociedad Argentina de Nefrología.