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Cuarentena: la importancia de bañarse a diario


El hecho de que estemos adentro no justifica a que se reduzcan los hábitos de higiene

La situación de cuarentena modifica las rutinas asociadas a las actividades realizadas en el exterior del hogar,por lo que algunos tienden a modificar ciertas conductas y hábitos en relación a ello. El portal mejorconsalud.com presenta un informe acerca de la importancia de mantener la higiene y explica los motivos por los cuales hay que bañarse a diario en este contexto.

El mundo se encuentra paralizado por la pandemia del coronavirus que comenzó en Wuhan, China, y se sigue esparciendo entre los países. Ante el confinamiento en los hogares como medida de aislamiento social nos preguntamos si es necesario ducharse todos los días, aunque no salgamos de la casa.

Todas nuestras rutinas están alteradas, y ese cambio de hábitos ha trastocado lo que hacemos en una jornada normal. Porque el problema es ese: ya no tenemos jornadas normales, al menos hasta que se levante la cuarentena.

En algunos países la cuarentena es obligatoria y una medida judicial. No se puede violar porque se estaría infringiendo una ley vigente. En otros lugares hay restricciones más leves que no impiden la circulación pública, pero sí disminuyen los horarios de trabajo y favorecen el teletrabajo.

En estas condiciones, hay personas que pasan gran parte de su día dentro del hogar, y se cuestionan si es realmente importante ducharse a diario, aunque no salgamos al exterior. Para responder a ello tenemos que entender primero qué pasa en el cuerpo cuando no nos bañamos con frecuencia.

¿Qué pasa en el cuerpo si no nos duchamos a diario?

El cuerpo humano atraviesa una serie de cambios cuando no se somete al baño frecuente, los cuales tienden a ser perjudiciales. Aún si no hemos realizado actividad física ni hemos estado en contacto con el exterior, estos cambios se presentan.

Uno de ellos es el enlentecimiento del metabolismo. Los baños estimulan la generación de energía de las células, las cuales ponen en funcionamiento diversos mecanismos energéticos que, de otro modo, están apagados.

Con las duchas también eliminamos tejido muerto. La piel tiene un proceso de recambio continuo celular que consiste en la apoptosis –muerte celular programada- de células para que otras nuevas tomen su lugar. El lavado ayuda a despejar el camino para las células nuevas.

Finalmente tenemos el olor. Esto no sucede por la transpiración, como es de suponer. Lo que sucede es que, al no lavarnos frecuentemente, dejamos que las bacterias se asienten en la piel. Una vez que se acumulan demasiado, sus procesos metabólicos más el tejido muerto acumulado entran en putrefacción. El punto máximo de esta situación es la condición conocida como dermatosis neglecta.

La dermatosis neglecta

La dermatosis neglecta es una enfermedad descrita hace poco, en la década de 1980. Quienes la padecen presentan como síntoma principal la formación de placas pigmentadas en la piel.

Estas placas empiezan a acumular mal olor conforme pasan los días. El mecanismo del olor no es el sudor, sino la putrefacción de las bacterias y del tejido muerto acumulado que no eliminamos al ducharnos.

Aunque es raro que esta condición llegue a presentarse en personas sin trastornos psiquiátricos, sí se la ha descrito en grupos adolescentes que descuidan su higiene al extremo. Nuestro confinamiento difícilmente arribe a esta situación, pero es bueno saber que la falta de higiene acarrea una patología.

¿Cuántas veces ducharse?

Tampoco es bueno caer en la obsesión de ducharse varias veces al día por miedo a la acumulación de bacterias. La tentación puede existir durante la cuarentena, asumiendo que invertimos allí un determinado tiempo que nos acorta la jornada dentro.

Pero los especialistas coinciden en que ducharse todos los días no es contraproducente, a menos que lo hagamos excesivamente. Si nos excedemos, quitamos la capa de grasa que emplea la epidermis para mantener la temperatura corporal y protegernos de los agentes externos.

Mantener la higiene es necesario en la medida en que nuestro cuerpo lo vaya requiriendo. Por eso la indicación sería, en principio, ducharse todos los días, aunque no salgamos de casa. De esta manera activaremos el metabolismo, mantendremos limpia la piel de tejidos muertos y evitaremos que las bacterias se acumulen.

Vale recordar, en estos tiempos de coronavirus, que el lavado de manos es una cuestión completamente diferente. La higiene de las manos debe concretarse varias veces al día y con jabón, para detener la propagación del COVID-19. Ya desde antes de este brote pandémico era parte del protocolo en hospitales para toda la familia de coronavirus el lavado correcto de las manos.

Mantener rutinas, como ducharse todos los días, ayuda a superar la cuarentena

La cuarentena por coronavirus tiende a alterarnos, física y mentalmente, pero el mantenimiento de rutinas es muy útil. Si logramos establecer horarios y actividades con relativa repetición, superaremos el confinamiento con más orden y menos efectos secundarios. Ducharse todos los días, aunque no salgamos de casa, puede ser una tarea más para nuestras jornadas.

Fuente: mejorconsalud.com