Quienes estaban en situación de calle y formaban parte del grupo de riesgo por la pandemia de coronavirus, fueron trasladados a refugios. Pero el número sigue creciendo. “Vienen desde sus casas, porque tienen hambre”, relatan voluntarios a CLG
Por Gina Verona Muzzio
Pocos días después del comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, Jorgelina Calderón, miembro de la ONG Integrarte, relataba a CLG la difícil situación que les toca vivir a las personas en situación de calle y también a aquellas que lograron reinsertarse y en el contexto de cuarentena no pueden salir a trabajar y pagar sus cuentas o comprar alimentos. Desde entonces, muchas personas en situación de calle, que integran el grupo de riesgo en el marco de la emergencia sanitaria, fueron trasladadas a diversos refugios. Sin embargo, en vez de disminuir el número de gente que se acerca a buscar alimentos en distintos puntos de la ciudad, ha aumentado considerablemente.
“Hoy en las zonas de la Terminal de Ómnibus y la Plaza Montenegro hay mucha más gente que va a buscar la comida, de la que había en un principio. No son todas personas en situación de calle. Cien personas se fueron a los refugios, pero hoy tenemos al menos 130 personas comiendo en la Terminal, cuando no llegábamos a cien antes de que las personas que están en los refugios se fueran para allá”, comentó Jorgelina a CLG.
El panorama se va tornando más preocupante a medida que la cuarentena se va extendiendo. “Las personas vienen desde sus casas, porque tienen hambre. El miércoles un chico se vino desde Gálvez caminando para buscar comida. Es algo que supera todo”, ahondó la fundadora de Integrarte. Y añadió: «A veces comen y esperan a ver si sobró para comer un poco más o llevarse una porción en un tupper para el día siguiente. Es terrible».
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Los organismos estatales, ex combatientes, voluntarios y diversas ONG que trabajan brindando alimento y contención a las personas en situación de calle continúan su labor diariamente y, en algunos casos, han incrementado sus actividades. «En conjunto con Manos Solidarias y Haciendo Lío estamos haciendo también desayunos. Desde Integrarte hicimos la campaña ‘Quedate en casa y colaborá con algo‘. La gente hace tortas fritas, tortas, buñuelos y nosotros los pasamos a buscar. Ponemos el café con leche y vamos con los termos a las 7 de la mañana, para que no sea tan larga la espera hasta la una y media que les dan las viandas del mediodía», relató Jorgelina.
«La Municipalidad abastece a los ex combatientes, ellos ponen su tiempo y su trabajo para servir la comida. Nosotros vamos a contener, hacer relevamientos, charlar, ordenarlos. Por sobre todas las cosas, a charlar. Se nota mucho la diferencia cuando estamos que cuando no. A veces se generan conflictos. Últimamente hay muchos conflictos, sobre todo con menores. Nosotras sabemos cómo pararlos, cómo actuar, cómo contenerlos. Es indispensable que las organizaciones estén ahí», analizó.
Campañas y trabajo permanente
Desde Integrarte, además de colaborar cada día con los desayunos y comidas, realizan constantemente campañas de donación de alimentos, que son entregados a personas que pudieron salir de la calle, pero están en una situación compleja por la cuarentena. «Hay casi cuarenta personas a las que visitamos casa por casa, pensión por pensión. Se han podido reinsertar y en este marco, no pueden salir a trabajar en sus labores informales. No tienen para comer y nos esperan ansiosamente. Les llevamos bolsas de alimentos, que obviamente no cubren sus necesidades, pero un par de días comen. Charlamos para ver cómo están, los apoyamos. Cuesta mucho que la gente salga de la calle y muchos de ellos están a un paso de volver», expresó Calderón a CLG.
En relación al tema, destacó que lo que Integrarte pone como primordial en su trabajo es «la contención y el acompañamiento». Jorgelina fue clara al afirmar: «Es la contención y después el alimento. Estamos constantemente comunicados por Whatsapp o por redes sociales. Nos saludamos diariamente. Ellos están presentes todos los días. El vínculo que se genera es imprescindible».
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«A mí me han dicho que estoy loca por andar en la calle ahora. Pero si yo en este momento no estoy con ellos, siento que no hice nada. Yo no me puedo ir en este momento, es cuando más tengo que estar», dijo con el mayor de los convencimientos sobre su labor.
La solidaridad de los rosarinos
«Si esto sigue, va a ser un desborde. No sé si se va a poder contener«, avizoró Jorgelina, de cara a la continuidad de la cuarentena. Y añadió: «Lo que le puedo pedir a la sociedad es que siga haciendo este esfuerzo de colaborar. Realmente en este momento hay una marcada solidaridad de una parte de la población. Hay otra parte que sigue ciega».
La titular de la ONG consideró que quienes están siendo más solidarios con los que menos tienen, son personas que tampoco la están pasando bien con la pandemia. «Hay gente a la que le tocó y está compartiendo lo que tiene. Eso es la solidaridad, compartir lo que tengo y no dar lo que sobra. Es lo que está sucediendo con gran parte de la población», consideró.
Y envió un mensaje a los rosarinos: «Que el que pueda, siga colaborando. Un puré de tomate, un paquete de yerba, una botellita de aceite. Que quizás a uno le parece poco, pero para otro es un mundo. Nosotros vamos a retirar tanto un paquete de yerba, como diez. Eso hace que nosotros todas las semanas podamos sostener a estas personas».