Ralf Niedenthal es musicoterapeuta y fundador de la asociación “Todos Hacemos Música”. Trabaja con personas discapacitadas logrando experiencias y avances sorprendentes. Conocé su historia
Por Diego Carballido
“Hay una realidad, quien tiene una discapacidad, como por ejemplo síndrome de down, la va a seguir teniendo. Pero lo que genera la música es como si fuera una especie de aura. Cuando empezás a tocar, automáticamente se te escapa una sonrisa y las personas que están alrededor tuyo se contagian. Es como estar todos los días un poco mejor y lo podés compartir con amigos que también están haciendo música”. Así resume Ralf Niedenthal la experiencia que lleva adelante en Buenos Aires denominada “Todos Hacemos Música”, un proyecto que hoy se convirtió en una asociación que ya tiene réplicas en otras ciudades del país.
Niedenthal es músico terapeuta y empezó a trabajar hace doce años atrás en un centro con personas con discapacidad. Así nació su inquietud por desarrollar actividades con este grupo de personas portadoras de una sensibilidad muy especial que parecen encontrar en la música un canal de expresión.
Hoy en día, son un grupo de voluntarios, donde hay músicos y otros profesionales, que llevan adelante la asociación. “No tenemos un espacio físico, pero es un proyecto a corto plazo poder funcionar en un lugar. Aunque, por el momento, no lo necesitamos porque nuestras actividades las realizamos en bares, parques y plazas”, explicó Niedenthal en diálogo con CLG, donde contó los detalles de la experiencia que lleva adelante desde la asociación.
—¿Cómo se inició “Todos Hacemos Música”?
—Casi a finales de 2007 se me ocurrió comenzar con una serie de conciertos con personas discapacitadas, pero no desde un lugar de la lástima sino desde el potencial que cada uno tiene. Esa fue la primera etapa de este proyecto. Luego vino otra, a partir de 2011, donde empecé a ver unos videos de la Fundación “Playing For Change” y decido hacer lo mismo acá pero con personas con discapacidad, para lo cual tuvimos que crear las canciones y filmar en diferentes lugares. Finalmente, en 2017, muchas personas se me acercaban para tratar de apoyar el proyecto y así nació la asociación que realiza actividades gratuitas que dividimos en cuatro eventos: las zapadas en parques y plazas, los conciertos en determinados lugares, el taller de construcción de instrumentos y las salidas a eventos musicales.
—¿La música es la responsable del funcionamiento del proyecto o fue necesario que ustedes se capaciten sobre las diferentes discapacidades?
— Desde “Todos Hacemos Música” no hacemos musicoterapia, sino que el objetivo es hacer simplemente música. Tratamos de trabajar y divertirnos porque sabemos que la música une y que tiene cosas que no se explican. Sin embargo, en las reuniones que tenemos periódicamente con los voluntarios surgen estas preguntas porque muchos no tienen información respecto a las diferentes discapacidades y, en esos casos, damos una pequeña capacitación. Pero tratamos de que no se transforme en una barrera condicionante y modifique el trato con los chicos. Hablamos de parálisis cerebral o de síndrome de Down, pero tratamos de que eso no limite a poder hacer música con ellos. Por ejemplo, una vez un voluntario me preguntó por un chico con parálisis cerebral que no podía hablar, quería saber si podía hacer música, y le conté que ese chico tiene un teclado adaptado con el que no solo hace música sino que hoy también es el responsable de hacer todos nuestros flyer promocionales.
—¿En las zapadas se busca una armonía musical colectiva o se trata de una cuestión de expresión individual de cada uno de los chicos?
—Ya vamos por las 42 zapadas grupales en los últimos dos años, incluidas las que se realizan en La Pampa y en Montevideo, con más de 4.000 personas que han participado de esta experiencia. Básicamente, las zapadas se realizan en ronda, porque el círculo une, y en el medio siempre hay un voluntario que va guiando con guitarras las diferentes melodías de los temas que van surgiendo. La cantidad de personas obliga al que guía la zapada a irse desplazando a lo largo del círculo para que todos puedan ser parte de la experiencia y el sonido permanezca. Lo más interesante es que cada uno tiene su solo, entonces en un determinado momento toda la atención se centra en uno de los chicos con su instrumento. Y así durante dos horas, y en el medio la gente se conoce y pasan un buen rato. También durante los encuentros se aprovecha la oportunidad para recolectar alimentos no perecederos o útiles escolares que luego son donados.
—¿Cuáles son las respuestas que reciben de los familiares de los chicos después de tener este tipo de experiencias?
—Nosotros a las familias siempre les aclaramos que no se trata de dejar a su hijo e irse, como si fuera un depósito, sino que los invitamos a todos a que formen parte de la experiencia musical para lograr una verdadera inclusión. Es un momento en donde todos terminan cantando o algunas personas que pasan se suman y después se van. Es muy loco lo que pasa en las zapadas. Las familias se ven muy involucradas cuando notan algún cambio en la persona con discapacidad. Por ejemplo, pudimos armar con los integrantes de la asociación una banda que se llama los “Sabadabadu” con la que hacemos giras, donde nos acompañan los familiares y convivimos varios días. Es el claro ejemplo de que la música termina uniendo.
—¿Con la banda tienen un repertorio o también son zapadas?
—Con la banda ya tenemos un repertorio armado con la que tocamos en diferentes lugares, inclusive hasta tocamos con músicos reconocidos que apoyan el proyecto. Y ahora estamos armando una banda nueva que se llama “Listas” que son tres chicas que calculamos desde octubre van a empezar a tocar en diferentes lugares.
Ralf Niedenthal es autor de un libro donde resume todo su trabajo a lo largo de tantos años con la experiencia de “Todos Hacemos Música”, con prólogo de uno de los creadores de “Playing For Change” y con el testimonio de músicos reconocidos como Daniela Herrero, Eruca Sativa, Adrián Barilari o Los Tipitos que apoyan este proyecto e inclusive forman parte de los videos de la banda.