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Cuando el sueño de comprar un auto se convierte en una pesadilla


Los planes de ahorro son un medio tradicional para los argentinos que buscan poder comprar un vehículo nuevo. Pero el sistema está al borde del colapso: las cuotas han aumentado más de un 100% en tan solo un año

  • Por Matías Gregorio

El sueño de tener a un auto 0 kilómetro se transformó, para muchos, en una pesadilla. Los planes de ahorro son un medio tradicional para los argentinos que buscan poder comprar un vehículo nuevo. Pero este pintoresco sistema está al borde del colapso. Las cuotas han aumentado más de un 100% en tan solo un año y pagarlas se hace hecho imposible para quienes años atrás se adhirieron. Lo que antes representaba un cuarto de sus sueldos, ahora se lleva la mitad de sus ingresos.

Desde hace tiempo, en distintos puntos del país, comenzaron a elevarse fuertes reclamos por el constante aumento de las cuotas. Los usuarios aseguran que pasaron de pagar 3.000 pesos por mes a 9.000, o de 4.000 a 12.000. Santa Fe no está exenta del problema y días atrás hubo una movilización en el norte de la provincia. En Rosario, hasta crearon un grupo de WhatsApp para reclamar de manera conjunta.

En este marco, el defensor del Pueblo de la provincia de Santa Fe, Raúl Lamberto, y su par de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) y presidente de la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra), Alejandro Amor, se reunieron en Capital Federal junto a integrantes de Adpra, a defensores del Consumidor, representantes de la Inspección General de Justicia (IGJ) y referentes de las automotrices que comercializan planes de autoahorro en el país, donde dialogaron sobre la situación que plantean los ciudadanos en las distintas defensorías de la Argentina, vinculada principalmente a la imposibilidad de afrontar los aumentos de las cuotas.

“Nosotros habíamos tenido una reunión previa donde elevamos ocho puntos, pendientes centralmente a bajar los costos de las cuotas que deben pagar los ahorristas”, expresó Raúl Lamberto en diálogo con CLG. El defensor del Pueblo de Santa Fe explicó que “el aumento del valor del dólar generó un incremento del precio del vehículo, y la cuota se establece en base al valor del mismo”.

«La idea es dar respuestas individuales a cada reclamo», dijo Raúl Lamberto.

Búsqueda de soluciones

El ex ministro de Seguridad provincial contó cuál fue la postura de las compañías: “Las automotrices dicen que ‘como son círculos cerrados, si alguien no paga, perjudica al que paga, entonces nosotros tenemos que defender al que paga’. Pero los defensores planteamos que este es un problema que está mucho más allá de los que hacen la denuncia. Porque no todos se acercan a Defensa del Consumidor o a las defensorías. El problema existe y en el futuro se va a seguir incrementando porque las dificultades de pago se agravarán. Por eso, hay que buscar soluciones”.

Las empresas que comercializan vehículos con esta modalidad llaman círculos o grupos cerrados a los planes de autoahorro porque están integrados por 168 ahorristas, que de manera solidaria pagan hasta que la totalidad acceda al vehículo. La cantidad de cuotas asciende a 84 y, por mes, una unidad sale por sorteo y otra por licitación. Algunas estimaciones dan cuenta de que en el país hay 1,2 millones de ahorristas en estos sistemas.

«Ellos insisten en conservar el sistema y nosotros en plantear alternativas que permitan reducir el valor de la cuota», comentó Lamberto. El abogado desarrolló los puntos que plantearon en la reunión y que ahora deberán estudiar las automotrices, para luego dar una respuesta o presentar alternativas diferentes: «Pedimos que el aumento de cuotas se dé sin que cambien las condiciones y que rebajen las mismas; solicitamos la posibilidad de elegir el seguro; que el aumento anual no sea superior a la inflación; la disminución de las cargas administrativas; la exención de lo que se paga por los reclamos extrajudiciales y el hecho de que no cobren intereses por abandonar los planes, entre varias cuestiones más».

También hizo hincapié en la “necesidad de abordar esta temática desde una óptica que permita sostener el modelo de negocio, ya que éste da respuestas positivas tanto a las empresas como a los consumidores, representando el 30% de la venta total de automotores, pero sin desatender la situación de tantos ciudadanos que por la actualidad económica del país no pueden afrontar los compromisos asumidos».

«Lo que van a hacer las automotrices nadie lo sabe», se sinceró, y agregó que si bien algunas de ellas «minimizaron el problema», otras no, reconociendo que «efectivamente hay una gran cantidad de gente que no está pagando». «Sí sabemos que en algunas cuestiones, como por ejemplo en los gastos administrativos que cobraban, han ido avanzando. Están tratando de reducirlos porque evidentemente impactaban en las cuotas mensuales», detalló el ex diputado provincial.

Se estima que uno de cada cuatro compradores adeuda cuotas o tuvo que dar de baja su plan, por el elevado costo de mantenerlo.

Que la política también se ocupe

Durante el diálogo, Lamberto consideró que «debe haber una acción más proactiva de las autoridades públicas». Y fundamentó: «No puede limitarse el tema al reclamo de los usuarios y a la canalización de ellos por las defensorías y a esperar que las automotrices den o no algún tipo de respuesta».

«La autoridad pública debe establecer cómo hacer las cosas», apuntó, a la vez de que recordó lo sucedido en 2002, cuando en el marco de la Ley de Emergencia, se dictaron normas que establecieron un tope al valor de las cuotas.

Más y más reclamos

Lamberto aseguró que en toda la provincia «se cuadriplicaron las demandas. No solo en la defensoría sino también en Defensa del Consumidor». A su vez, indicó que si bien los reclamos son múltiples, la mayoría apuntan a la interpretación de la letra chica de los contratos y al incremento de las cuotas. «Son indicativos de que el problema está», disparó.

En cuanto a los mecanismos que utilizan las concesionarias para atraer clientes, el ex concejal manifestó que «no se informa debidamente a los usuarios de todos los problemas que se pueden presentar». Y siguió: «Esta realidad es común en todos estos sistemas, donde para sumarte se te ofrecen todas las ventajas que después en las prácticas no son tales».

«El criterio es vender», consideró y remarcó que «mucha gente no comprende que no está comprando un auto, sino que se están incorporando en un plan de ahorro donde cada un mes entregan dos autos en base al aporte de todos, por lo que es un círculo cerrado que tiene parámetros particulares».