El primer objetivo será la doble jornada de Eliminatorias en marzo ante Uruguay y Brasil. En junio llegará el turno de la Copa América
El seleccionado argentino de fútbol transitó un 2020 de buenos resultados, sin derrotas en los cuatro partidos disputados por Eliminatorias Sudamericanas, competencia que aparece como principal desafío deportivo de este nuevo año.
La reanudación de la competencia que tiene al equipo de Lionel Scaloni como escolta e invicto no será sencilla con Uruguay y el líder Brasil como rivales en las dos primeras jornadas del año, el 25 de marzo en Buenos Aires y 5 días después en la tierra de los pentacampeones del mundo.
Los enfrentamientos clásicos le servirán al equipo argentino de parámetro para saber dónde está parado sin descuidar, claro está, su posición en la tabla en uno de los torneos más parejos y complejos según actualidad e historia.
El mes de junio será de agenda cargada entre la lucha por un lugar en el Mundial de Qatar 2022 y la realización de la Copa América, pospuesta durante 2020.
La Argentina será co-organizadora junto con Colombia y no solo tendrá exigencia en el plano deportivo, también lo asumirá en lo dirigencial.
El seleccionado argentino compartirá grupo con Chile, Uruguay, Paraguay, Australia y Bolivia en busca de la siguiente fase.
La Copa América se presentará como una nueva chance de cortar la sequía. La Argentina no obtiene títulos (sin contar Juegos Olímpicos) desde 1993 cuando se consagró ganador en Ecuador en el mítico certamen continental.
Desde entonces pasaron muchos jugadores y entrenadores que en algunos casos quedaron cerca de la gloria.
El desafío se renovará para el crack rosarino Lionel Messi, el emblema de una generación signada por finales perdidas con el Mundial de Brasil 2014 y la Copa América en sus ediciones de 2015 y 2016.
Argentina necesita ganar algo y Messi también. Su situación en Barcelona de España no es la ideal. Leo tiene más ganas de irse que de quedarse. Sus últimas presentaciones con el equipo nacional se transformaron en un bálsamo entre tanta tensión en Barcelona, un panorama impensado luego de décadas doradas.
El nivel de Messi se constituye en otro reto. Argentina necesita de su talento aún en sus años finales como futbolista. El deseo del máximo goleador histórico del seleccionado es conseguir un título importante. La Copa América se divisa como una chance, pero la Copa del Mundo en definitiva, es la máxima obsesión.
Superada la Copa América, Argentina retomará las actividades oficiales en septiembre con la vuelta a las Eliminatorias Sudamericanas. De ahí en más, hasta noviembre, asumirá compromisos ante Venezuela, Bolivia, Paraguay, Perú, Uruguay y Brasil que determinarán gran parte de su futuro en busca del pasaje a Qatar.
El resultado será medular, sin dudas, pero en esa variante entra la funcionalidad del equipo. Scaloni aún no goza de la aprobación total. Su puesto implica un examen muy exigente (dentro o fuera de la cancha, léase declaraciones en conferencia de prensa) que se renueva en cada compromiso.
La Argentina mostró dos caras en lo que va de las Eliminatorias Sudamericanas. Como local, dejó dudas , y, en condición de visitante, exhibió una mejor imagen.
Scaloni encontró respuestas en nombres que nadie tenía en consideración. El más resonante resultó Nicolás González, el delantero de Sttugart de Alemania que utilizó como defensor ante Paraguay. Otros nombres y apellidos más ilustres como Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Giovani Lo Celso y Lucas Ocampos también llevan su impronta.
La sensación es que Scaloni ya encontró una formación o un plantel que se generó en base a una lógica renovación. Messi continúa como símbolo, por supuesto, pero el equipo ya no depende exclusivamente de sus jugadas.
Los desafíos para el seleccionado argentino en 2021 son los mismos de siempre, acordes con una potencia futbolística. La premisa es mantener una idea de juego y un buen funcionamiento con la necesidad de sumar puntos.
La foto más buscada será en Colombia, con las manos de Messi ocupadas sosteniendo la Copa América, una acción tan deseada como fallida a través de los años.