Las enfermedades infecciosas son habituales, aunque cuatro de ellas son las más comunes. Existen diversos trastornos causados por virus, bacterias y hongos que afectan al ser humano
Las enfermedades infecciosas son aquellas que se desarrollan por microorganismos patógenos, como los virus, las bacterias, los hongos o los parásitos. Estas patologías se transmiten de forma directa, o indirectamente, de una persona a otra. Dentro de las enfermedades infecciosas más frecuentes podemos nombrar, por ejemplo, a la neumonía y la tuberculosis.
Este tipo de patologías se caracterizan porque suelen compartir las mismas etapas: periodo de incubación, desarrollo y convalecencia. Estas tres etapas engloban desde el contagio de la enfermedad hasta la recuperación de la infección.
A lo largo del artículo explicaremos algunas de las enfermedades infecciosas más frecuentes que se desarrollan en todo el mundo. Recuerda que para prevenirlas, lo mejor es una buena higiene y no compartir objetos personales con nadie.
Neumonía
Se trata de una enfermedad bacteriana causada principalmente por Streptococcus pneumoniae. En un principio, la neumonía afecta al parénquima pulmonar. Sin embargo, cuando la patología avanza hacia sus estadios más graves, puede diseminarse desde el pulmón a la sangre.
Para el tratamiento de esta enfermedad el médico suele indicar el uso de fármacos antibióticos. La pauta de administración se adaptará en función de las características del paciente, así como las de la enfermedad. No todas las neumonías se desarrollan de la misma manera.
Tuberculosis
Se trata de otra de las enfermedades infecciosas más frecuentes a nivel mundial. En concreto, es una de las diez causas principales de muerte en el mundo, afectando en el 2018 a 10 millones de personas, de las cuales 1,5 millones fallecieron, según los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La bacteria causante de esta enfermedad –Mycobacterium tuberculosis- se ha vuelto muy resistente a los tratamientos convencionales, y este hecho ha supuesto una crisis de salud pública, así como una amenaza a la seguridad sanitaria. A pesar de estos datos tan negativos, es cierto que cada año se consigue reducir un 2 %, aproximadamente, la incidencia de esta enfermedad.
La tuberculosis se transmite por el aire, y la persona infectada puede desarrollar síntomas o puede no hacerlo. De todas las personas infectadas, solamente un 10 % es sintomática. Entre los signos más comunes podemos mencionar:
- Malestar general
- Estado febril
- Tos y expectoración
- Excesivo sudor
Hepatitis A
Además de la neumonía y de la tuberculosis, la hepatitis A también es otra de las enfermedades infecciosas más frecuentes que debemos mencionar. A diferencia de las dos anteriores, la hepatitis A no está causada por una bacteria, sino que es un virus el responsable de la infección. Este microorganismo recibe el nombre de virus de la hepatitis A o VAH.
Se trata de una enfermedad que se transmite a través del agua o de los alimentos que están en malas condiciones y se encuentran contaminados por heces de una persona que está infectada por el virus. La infección está muy asociada al saneamiento deficiente, la mala higiene personal y el sexo bucoanal. Por esta razón, la prevalencia aumenta en aquellos países en los que las medidas de higiene son deficitarias.
El trastorno afecta, tal como su nombre lo indica, al hígado. Los síntomas son:
Ictericia: color amarillento de piel y mucosas
Coluria: coloración oscura de la orina
Dolor abdominal
El VIH
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más frecuentes, constituyendo uno de los mayores problemas de salud pública mundial. Ha acabado con la vida de más de 32 millones de personas. A finales del año 2018 había aproximadamente unas 37,9 millones de personas diagnosticadas de VIH.
Sin embargo, gracias a los avances en el tratamiento, así como el uso de eficaces medidas de prevención, se ha conseguido cronificar la enfermedad. De este modo, los pacientes infectados pueden vivir con la enfermedad sin que se afecte su día a día ni su calidad de vida.
La prevención de las enfermedades infecciosas
Aunque hayamos mencionado 4 de las enfermedades infecciosas más frecuentes en la población mundial, no significa que sean las únicas o las más peligrosas. Existen otras como la malaria, el dengue o la meningitis, que acaban con la vida de millones de personas.
Tal y como mencionamos al principio, una buena higiene es fundamental para la prevención de este tipo de enfermedades. También cuenta el hecho de la consulta rápida y oportuna, para tratar a tiempo lo que puede solucionarse. Los avances médicos son un aliento, sin embargo, las infecciones también avanzan a través de la resistencia a los medicamentos. La prevención siempre será lo mejor.