La higiene bucal es clave para prevenir las caries. El cuidado adecuado de la boca elimina las bacterias patógenas
Las bacterias que causan caries son microorganismos que se organizan en una biopelícula llamada placa dental. En principio, esto se ve como una mancha blanca en la pieza dentaria, y a medida que evoluciona la caries se forma una cavidad que deja expuesta la dentina.
Este proceso incluye varias etapas en las que las bacterias que causan caries también se alternan: en cada fase predomina alguna de ellas. En general, al comienzo del proceso están presentes las bacterias Streptococcus mutans, mientras que en las fases avanzadas predominan Lactobacillus y Bifidobacterium.
Aunque todos tenemos microorganismos en la cavidad bucal, en los individuos sanos no están presentes las bacterias que causan caries. Entre quienes tienen las piezas dentales en perfecto estado predomina la especie Streptococcus sanguinis.
La caries
La caries es la destrucción de los tejidos dentales por los ácidos que producen las bacterias agrupadas en la placa dental. Esta última es una película que forman sobre la dentadura las bacterias que causan caries.
Existen varios tipos de caries:
- De corona: es la forma más común y se configura sobre las superficies de masticación. Se presenta tanto en niños como en adultos.
- Interdental o interproximal: es la que aparece en los espacios que hay entre los dientes, y no es fácil de detectar.
- Radicular: se presenta en las personas adultas, sobre todo ancianos, y obedece a la retracción de la encía. Esta hace que quede expuesta la raíz del diente, la cual no tiene esmalte, y puede afectarse con mayor facilidad.
- Recurrente o secundaria: son las que aparecen al lado de los empastes, fundas o coronas que se hayan colocado para el tratamiento de otras caries.
Bacterias que causan caries
Las bacterias de la especie Streptococcus mutans son las más numerosas en la placa dental, con mucha incidencia al inicio de la caries. Este tipo de bacteria se define como gram positiva, anaerobia facultativa y esférica. Pertenece al grupo de las acidolácticas y se desarrolla en medios que tienen pH bajo.
Estas bacterias se transmiten de persona a persona y se fijan a los dientes y las encías, formando montículos. Con frecuencia, y sobre todo en caries profundas, se encuentran acompañadas por bacterias como S. salivarius, S. parasanguinis y S. constellatus. Su proliferación se evita cuando se tienen buenos hábitos de higiene dental.
En algunos casos de caries no está presente S. mutans, pero sí S. sobrinus, S. oralis y S. salivarius. Cuando la caries ya está formada, es común la presencia de Lactobacillus de varios tipos, con predominio de L. gasseri y L. ultunensis.
Otras bacterias relevantes
Otras bacterias que causan caries son las Actinomyces, que particularmente están presentes en muchos casos de caries radicular. Sin embargo, no es claro su papel en el inicio y la progresión de la lesión. Esta bacteria es una de las primeras en colonizar la cavidad bucal de los niños.
Los Bifidobacterium son bacilos anaeróbicos que se agrupan en forma de rama, y por lo general están presentes en el tracto intestinal sano. Los B. dentium, S. inopinata (B. inopinatum) y P. denticolens (B. denticolens) han sido encontrados en varios casos, apareciendo cuando la lesión ya está avanzada.
La Prevotella es otro bacilo anaerobio, y uno de los más comunes en la cavidad bucal. Se le ha asociado con enfermedad periodontal e infecciones endodónticas, pero no es claro el papel que juega en la caries. De otro lado, la Veillonella es muy numerosa en cavidades bucales sanas.
¿Cómo combatir las bacterias que causan caries?
Hay varios factores que favorecen la proliferación de las bacterias que causan caries. La primera de ellas es el consumo en exceso de alimentos ricos en hidratos de carbono, como bebidas azucaradas, dulces y bollería industrial. Entre más se consuman, mayor el riesgo de desarrollar caries.
Otros alimentos ricos en almidones, como las patatas o el pan, también favorecen el desarrollo de la caries. Influye, así mismo, la forma de consumirlos. Es mejor comer una sola vez esos productos y no trozos pequeños varias veces. También es importante saberlos combinar.
La buena higiene bucodental es clave. Lo recomendable es cepillarse los dientes una hora después de cada comida. Así mismo, utilizar seda dental, un enjuague bucal con flúor y, por supuesto, visitar al dentista dos veces por año.
Fuente: mejorconsalud.com