El gremio, junto a la Fundación Con La Gente y la Fundación El Sol Sale para Todos, sigue demostrando su solidaridad con quienes más lo necesitan
En un mundo atravesado por crisis, conflictos y pobreza, la falta de energía pone contra la espada y la pared a cientos de personas que ven resentida su calidad de vida al no poder acondicionar sus hogares ante temperaturas extremas, conservar alimentos o bien funcionar cuando el sol cae por el horizonte y la noche oscurece una vivienda. En este contexto, el Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, en conjunto con la Fundación Con La Gente y la Fundación El Sol Sale para Todos, inició un proyecto para combatir la pobreza energética en poblaciones socialmente vulnerables. Fue así como concretaron la primera entrega de módulos creados por el gremio rosarino a familias de las islas del Delta del Paraná.
Con estas instalaciones, las familias podrán contar con iluminación eléctrica en sus hogares, refrigerar alimentos, climatizar ambientes y tendrán la conectividad garantizada. Todo esto, producido por energía limpia, sustentable y sin costo alguno para las empresas distribuidoras de energía.
El trabajo se inició con la comunidad educativa conformada por 23 familias vulnerables energéticamente ubicadas en las islas a la altura del Acuario provincial en Rosario. “Se entregó un módulo para que una familia tenga lo mínimo indispensable y ya no sea más pobre energéticamente, que es una de las formas de pobreza de la que poco se habla”, dijo a CLG Alberto Botto, Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario.
El siguiente paso será el 23 de diciembre con otras tres instalaciones y así paulatinamente se abarcará al total de la población. Todo se enmarca en contratos de comodato donde las tres organizaciones rosarinas se comprometen a mantener en funcionamiento estos módulos.
Los módulos cuentan con un panel solar y un conector que alimenta un banco de baterías para tener reserva. Con esta instalación la primera familia beneficiada puede hacer funcionar una heladera para la conservación de alimentos o medicamentos, una climatización mínima, iluminación y un artefacto para cocinar y calentar agua. Por otro lado, le permite tener una conectividad las 24 horas del día. “Los chicos reciben mucho contenido para estudiar desde la escuela, pero se quedaban sin batería en los celulares y no podían hacer la tarea. Ahora eso se terminó, quiere decir que esta gente hoy vive distinto”, detalló Botto.
Para este proyecto, destacó el máximo referente de Luz y Fuerza Rosario, se contó con la participación de “muchas empresas de la región sin ningún tipo de especulación de lucro al respecto”.
“Va a ser un antes y un después para toda esa gente en primer lugar, luego queremos escalarlo para transferir este tipo de tecnologías y el conocimiento”, agregó el referente lucifuercista y entendió a este proyecto como “la misión del sindicato y del gremialismo moderno, que no es solamente defender derechos, sino también ayudar y solucionar problemas de la comunidad en general”.
La instalación estuvo a cargo de trabajadores afiliados a Luz y Fuerza. La familia que disfruta de esta tecnología vio como durante cuatro horas se colocó cada parte y cuando la luz se prendió la alegría fue toda. Los módulos no son el punto final del proyecto. Botto se animó a pensar en capacitaciones hacia la comunidad cuando la escuela vuelva a abrir sus puertas, luego del receso estival. “Me gustaría ver técnicos que sepan intervenir sobre los equipos que tienen adelante y quien te dice que se conformen como cooperativa”, se esperanzó Botto.