Por Santiago Fiszbein
Marvel sigue sorprendiendo con cada película que estrena. Con el estreno de Deadpool 2, va por afuera del universo creado por Marvel Studios que pertenece a Disney. Por un tema de franquicias, Fox tiene los derechos de los X-Men y de los Cuatro Fantásticos, pero hace meses Disney adquirió gran parte de Fox y obtuvo los personajes que faltaban.
Entonces, como todo tiene que ver con todo, en Deadpool 2 se permitieron bromear con el universo de los Avengers.
De por sí, Deadpool es un personaje que traspasa la cuarta pared para dialogar con los lectores y también con los espectadores haciendo chistes referenciales a cómics y la cultura pop, por demás de zafados y al límite.
Este mutante, que se presentó en las páginas de X-Men, tuvo su exitosa película en 2015 y ahora regresó para esta loca secuela.
En esta oportunidad, Deadpool formará un equipo llamado “X-Force” (también haciendo referencia al cómic homónimo) para salvar a un adolescente mutante que es perseguido por Cable, otro mutante que viaja en el tiempo.
La película no para de hacer chistes y traspasar la cuarta pared, pero lo efectivo es que no deja de lado a la historia y se sostiene. Obviamente es para un público mucho más adulto. Padres abstenerse de llevar a menores de 12 años a ver esta película por demás de incorrecta, pero disfrutable e increíble.
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