La situación de la industria panadera a nivel nacional se agrava cada día más y los representantes del sector no ven soluciones viables a la vista. El pasado lunes se desarrolló un cónclave en Capital Federal, del que participaron presidentes de distintos centros de panaderos del país. Analizaron la situación del sector y concluyeron que si no hay respuestas del gobierno nacional la disyuntiva estará entre pagar los impuestos o aumentar el pan a un precio exorbitante. Gerardo Di Cosco, titular de la Asociación de Industriales Panaderos en Rosario, habló con CLG y afirmó que la caída del consumo fue entre un 30 y 40% y que a nivel nacional “ya se han perdido 4.000 puestos de trabajo”.
“La situación del sector tiene un común denominador en todas partes del país: el gran aumento de tarifas, la gran clandestinidad, que ya ronda un 40% en la industria nuestra, el aumento de la harina, que jamás se da en esta época porque hay cosecha de trigo, y la caída del consumo. El aumento de las tarifas no solo nos afecta a nosotros sino que también al ciudadano de a pie”, expresó Di Cosco.
El empresario afirmó que se realizó un petitorio con todas esos puntos y que se agregó la gran cantidad de cuentas corrientes y cajas de ahorro embargadas a través de Afip, porque hay pagos atrasados. “Hoy lamentablemente tenemos que optar por pagar la luz o comprar mercadería. O le pagamos a nuestra gente o pagamos los impuestos. Es terrible lo que ha pegado la crisis en la industria”, indicó, preocupado.
En la reunión del lunes “se habló que si de acá a 70 días no hay una respuesta clara a través del gobierno nacional, no vamos a poder pagar más los impuestos, o el kilo de pan se va a disparar a un precio que la gente no lo va a poder comprar. Esto va a impactar fuertemente. Estamos en esa disyuntiva, nos metieron en un brete del que no podemos salir y no nos dan ninguna mano para hacerlo”.
Según sostuvo Di Cosco, el pan debería estar $190 para que la panadería sea rentable. “Hoy estamos subsistiendo, esa es la realidad. Estamos financiándonos con los pagos largos a los proveedores, haciendo planes de pago con la EPE y Litoral Gas y suspendiendo gente. Es muy crítica la situación. Desde el año pasado hay enviadas cartas con pedido de audiencias al Presidente y al ministro de Producción y, al día de hoy, no hubo ni un llamado de un secretario, nada”, contó.
“Esto es día a día. En poco tiempo va a haber muchas más panaderías cerradas y más gente que se va a quedar sin trabajo. En todo el país tenemos ya 4.000 personas que han perdido su trabajo. Estamos en constante comunicación todos los representantes del sector. En la medida en que no seamos escuchados, esto se va a agravar más”, concluyó.