Dirigentes fabriles y autoridades provinciales advierten que, sin medidas urgentes, el panorama para 2026 podría ser aún más crítico
La industria santafesina transita uno de sus momentos más delicados de los últimos años con despidos en distintas localidades de la provincia, plantas que reducen actividad y una apertura de importaciones que pone a las empresas locales en seria desventaja. Dirigentes fabriles y autoridades provinciales advierten que, sin medidas urgentes, el panorama para 2026 podría ser aún más crítico.
En los últimos días se conocieron recortes de personal en firmas de Sastre, Venado Tuerto y en la planta bonaerense de Whirlpool, pero para el sector esto es apenas la parte visible de un deterioro que ya venía gestándose puertas adentro con retiros voluntarios y renuncias acordadas.
“El panorama es muy complejo. La tormenta viene”, alertó el secretario de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Walter Andreozzi, en diálogo con LT8. Para el dirigente, la apertura comercial impulsada por el gobierno nacional “pone a competir a la industria local en condiciones imposibles”, y el resultado es una cadena de despidos que, según estimó, podría agravarse en los próximos meses.
El análisis coincide con un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que contabilizó el cierre de más de 19.000 empresas y la pérdida de 276.000 puestos de trabajo industriales en los últimos dos años a nivel país.
Preocupación oficial y advertencias para 2026
El ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe, Gustavo Puccini, reconoció que el próximo año será “complejo”, particularmente en el interior provincial donde varias firmas comenzaron a sustituir producción local por importaciones más baratas. Esa estrategia, advirtió, deriva directamente en despidos y obliga al Estado a buscar alternativas de reubicación laboral.
Puccini mencionó casos recientes como DBT SA-Cramaco en Sastre y la fábrica de ollas Essen en Venado Tuerto, ambas afectadas por la caída del consumo y la competencia del exterior.
Para amortiguar parte del impacto, la provincia anunció un esquema que permitirá a las empresas que generen nuevos empleos computar una porción del salario como pago a cuenta de Ingresos Brutos. “Es un incentivo en un contexto adverso, pero sabemos que no alcanza si los despidos se multiplican”, admitió el ministro en radio Sí 98.9.
Actividad desigual y el riesgo de una recesión prolongada
Aunque el panorama general es preocupante, Puccini señaló que no todos los sectores muestran la misma caída. Frigoríficos, proveedores vinculados a Vaca Muerta y parte de la agroindustria mantienen niveles de producción elevados. Sin embargo, la industria santafesina en su conjunto enfrenta la falta de crédito accesible, costos financieros muy altos y un mercado interno retraído.
Tanto las entidades empresarias como el gobierno provincial coinciden en que la prioridad pasa por sostener el empleo, proteger el entramado productivo local y evitar que la recesión se convierta en un daño estructural sobre la economía santafesina.
En un escenario que ya golpea a Rosario y a las principales ciudades de la provincia, los industriales esperan señales claras del gobierno nacional para frenar la caída, mientras crece la preocupación por lo que podría ocurrir a lo largo de 2026 si no hay un cambio en las políticas económicas.
