Según el último relevamiento que hizo el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, en noviembre los aumentos interanuales treparon al 90% para monoambientes y 100% para unidades de dos y tres ambientes
El mercado de alquileres en Rosario atraviesa un momento crítico, con incrementos interanuales significativos aunque más moderados respecto al año pasado. Según el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), en noviembre los aumentos alcanzaron el 90% para monoambientes y el 100% para unidades de dos y tres ambientes, una desaceleración en comparación con el 150% registrado en 2022.
Sin embargo, esta moderación en los precios no compensa la inflación general, que se estima en un 200% anual, ni alivia la carga económica que enfrentan los inquilinos, especialmente los sectores más vulnerables.
Precios y realidad de los alquileres.
Actualmente, la media de los alquileres en Rosario se ubica en:
- $190.000 para monoambientes.
- $260.000 para departamentos de dos ambientes.
- $350.000 para los de tres ambientes.
A esto se suma el ajuste anual regulado por el Índice para Contratos de Locación (ICL), que registró un aumento interanual del 227,1% en noviembre, un indicador que supera ampliamente la capacidad de pago de muchos inquilinos.
Oferta, demanda y poder adquisitivo
Desde CESO señalaron que la desregulación del mercado ha incrementado la oferta de propiedades en alquiler, ayudando a contener los precios. Sin embargo, la caída del poder adquisitivo ha reducido la demanda, ya que muchas personas optaron por volver a vivir con familiares o compartir vivienda para enfrentar la crisis.
Alquileres inaccesibles para sectores vulnerables
La situación es particularmente preocupante para sectores como los jubilados y trabajadores de menores ingresos:
- Los jubilados, con un ingreso promedio de $322.798, deben destinar el 58,9% de sus ingresos al alquiler de un monoambiente promedio, sin contar gastos ni servicios.
- Los trabajadores que perciben el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) , fijado en $271.571, destinan hasta el 70% de sus ingresos solo al alquiler, dejando un margen mínimo para otros gastos esenciales.
Gastos y servicios, una carga adicional
A los altos costos de los alquileres se suman las expensas y los servicios, que incrementan aún más el gasto total de los inquilinos, especialmente en un contexto de inflación sostenida.
Un mercado que necesita equilibrio
Aunque la desaceleración en los aumentos brinda un pequeño respiro, los alquileres siguen siendo inalcanzables para muchas familias. Esta realidad subraya la necesidad de políticas públicas que regule el mercado y garanticen el acceso a una vivienda digna, priorizando el equilibrio entre oferta, demanda y poder adquisitivo.