Tenía 26 años, estaba en pareja con Jimena, con quien habían sido padres de Valentino. Este sábado su vida terminó tras ser asesinado en su trabajo
Bruno Nicolás Bussanich, conocido cariñosamente como «Mr. Risa» por sus amigos y familiares, fue asesinado anoche cuando trabajaba como playero en la estación de servicios de Mendoza al 7600. Era un joven de 26 años que irradiaba alegría y vitalidad en cada momento de su vida. Nacido y criado en Rosario, dejó una marca indeleble en quienes lo conocieron.
Apasionado hincha de Rosario Central, Bruno encontraba en el fútbol una fuente de energía y camaradería. Su amor por el club de Arroyito trascendía los límites del estadio y se reflejaba en su entusiasmo por cada partido y en su lealtad hacia los colores.
Sin embargo, más allá de su pasión por el fútbol, Bruno también era un joven dedicado a su familia y amigos. Su perfil en las redes sociales revela instantáneas de momentos felices junto a su pareja Jimena y su hijo Valentino, a quienes adoraba profundamente. En cada foto, se podía percibir la conexión especial que compartían como familia.
Pasión por la música y la vida
En su perfil de Facebook, Bruno tenía una fotografía del legendario músico argentino Carlos «Indio» Solari, con la frase «Vivir solo cuesta vida». Esta cita parece haber encapsulado su filosofía de vida: abrazar cada momento con intensidad y disfrutar de las cosas simples que la vida ofrecía.
Bruno también compartía recuerdos de sus días de escuela, destacando la importancia de la amistad y la camaradería que forjó durante esos años. Sus publicaciones reflejaban un espíritu joven, lleno de esperanza y optimismo por el futuro.
Trágico final y legado
El trágico final de Bruno, víctima de la violencia desenfrenada que azota a la ciudad de Rosario, dejó a sus seres queridos sumidos en el dolor y la consternación. Su partida prematura deja un vacío insondable en la comunidad, recordándonos la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada momento que compartimos con nuestros seres queridos.
Bruno Nicolás Bussanich será recordado como un joven alegre, amante de la vida, que tocó los corazones de quienes lo conocieron con su sonrisa contagiosa y su espíritu apasionado. En un mundo marcado por la violencia y la adversidad, su recuerdo nos insta a abrazar la bondad y la humanidad que reside en cada uno de nosotros.