Lo resolvió este martes la jueza de Ejecución Penal Luciana Prunotto durante una audiencia en la que se definió la continuidad de la pena
Priscila Denoya, ex pareja de Marcos Guenchul, el el personal trainer asesinado de un disparo en la nuca al salir de su trabajo en julio de 2019, continuará cumpliendo su condena de cuatro años de prisión en modalidad domiciliaria hasta el 21 de abril, cuando se cumple el total de la pena. Así lo resolvió este martes la jueza de Ejecución Penal Luciana Prunotto durante una audiencia en la que se definió la continuidad de la pena.
Denoya fue condenada en el marco del crimen de Guenchul, ocurrido en julio de 2019 en Sucre y Mendoza. La medida de arresto domiciliario fue otorgada previamente al estar ella a cargo de menores de edad.
El caso de Marcos Guenchul conmocionó a Rosario: el personal trainer fue asesinado de un disparo en la nuca al salir de su trabajo, en un contexto de disputas por el régimen de visitas de la hija que tenía con Denoya. Por este crimen también fueron condenados Maximiliano Rodrigo Panero, autor del disparo, con 22 años de prisión, y Caio Santiago Soso, pareja de Denoya al momento del hecho, quien recibió una pena de 20 años como cómplice del asesinato.
Inicialmente, los tres imputados habían sido condenados a prisión perpetua bajo la interpretación de que formaban parte de un plan criminal para asesinar a Guenchul. Sin embargo, un fallo posterior de la Cámara Penal, firmado por los jueces Bibiana Alonso, Gustavo Salvador y Tomás Orso, redujo las penas al considerar que no se probó la existencia de un homicidio premeditado ni la figura de un sicario.
Según el fallo, el objetivo inicial del ataque era amenazar a Guenchul, pero el hecho terminó derivando en un homicidio. La resolución destacó que «no existen pruebas directas ni indiciarias» para sostener que el crimen fue parte de un plan deliberado, aunque sí se determinó la participación de Soso y Panero en los roles de transporte y autor material del disparo, respectivamente.
La pena de Denoya, como instigadora de las amenazas, culminará en abril próximo, mientras que las condenas más severas de Soso y Panero se mantienen vigentes en el marco del caso que marcó un precedente en la ciudad.