Dos días después de la matanza que dejó 20 muertos en una escuela de Kerch, en Crimea, la ciudad rindió un último homenaje este viernes a las víctimas de este «Columbine ruso», la peor matanza en un centro educativo en la historia del país.
Una ceremonia de adiós, en presencia de las principales autoridades de la península anexionada por Rusia en 2014, se llevó a cabo el viernes por la mañana en la plaza Lenin, en el centro de Kerch. Se instalaron mesas cubiertas con un mantel rojo, frente a la estatua del dirigente soviético, y en cada una de ellas se colocaron las fotografías de las víctimas.
El dirigente de Crimea, Serguéi Aksiónov, depositó rosas rojas ante cada ataúd, junto a un centenar de alumnos del liceo, entre ellos una muchacha herida en silla de ruedas, según constató la AFP.
«La historia reciente de Crimea estará partida en dos: antes y después del 17 de octubre 2018», declaró Aksiónov.
Un estudiante abrió fuego el miércoles en una escuela secundaria técnica en la que estudiaba en Kerch, en Crimea, matando a 20 personas e hiriendo a más de 50, en su mayoría adolescentes, antes de suicidarse.
De las 20 personas muertas nueve eran menores, de acuerdo con una lista publicada por las autoridades municipales.