Los asiáticos ordenaron desalojar la sede de Chengdu, luego de que los americanos hiciera lo propio con la de Houston
El gobierno de China ordenó el cierre del consulado de Estados Unidos en la ciudad de Chengdu, en el centro del gigante asiático, luego de que Estados Unidos hiciera lo propio con el de Houston, en medio de una escalada de tensión sin precedentes entre las dos potencias.
Washington ha acusado al consulado chino en Houston de ser «un centro de espionaje» y de «robo de propiedad intelectual». En tanto, China asegura que diplomáticos destinados en Chengdu han «injerido» en asuntos internos del país anfitrión y han llevado a cabo «actividades no acordes con la descripción» de sus puestos.
Las condiciones del cierre serán idénticas: 72 horas para cesar las actividades, un mes para la marcha de los diplomáticos. China señalo que su proceder «se ajusta a las normas básicas de las relaciones internacionales y las prácticas diplomáticas acostumbradas», y es «una respuesta legítima y necesaria a la medida injustificada de Estados Unidos».
En cambio, opina, la decisión original de Washington es una «provocación unilateral» que «viola las normas básicas de las relaciones internacionales» y «perjudica gravemente las relaciones China-Estados Unidos». «La situación actual de las relaciones chino-estadounidenses no se corresponde con los deseos de China, y Estados Unidos es totalmente responsable de ello», expresó el gobierno de la potencia asiática.