Por: Belén Corvalán
Mix de ensalada de frutas de todos colores, cookies de avena y miel, y muffins hechos a base de harina integral son algunas de las propuestas que se ven con mayor frecuencia en las mesas de las fiestas de cumpleaños de los más pequeños. Cada vez son más los padres que se vuelcan a esta tendencia de ofrecer alimentos saludables en eventos infantiles de sus hijos, en reemplazo de los típicos saladitos (chizitos, papas fritas, palitos), golosinas, y panchos. ¿Quién dijo que los alimentos saludables son menos ricos?
“El consumo de alimentos aditivos provoca hiperactividad en los niños, por eso muchos papas consultan por otras alternativas para cambiar los alimentos refinados e industriales, y las golosinas, por alimentos más saludables”, explica la Licenciada en nutrición Yessy Indacochea, en diálogo con CLG, respecto a este cambio de hábito que poco a poco se va instalando y reconfigura las reuniones infantiles.
“En las fiestas de los chicos lo más importante es ir a lo simple, no hay que sobrexigirse, sino entre todo lo que hay que planificar como la animación, los souvenirs, la piñata, y otras tantas otras cosas, la comida siempre pasa a un tercer plano”, puntualiza la nutricionista Gabriela Saddakni, especializada en alimentación infantil. Un bizcochuelo con dulce de leche, muffins, budines, trufas, o bombones rellenos con cacao amargo, son algunas de las opciones dulces que pueden ir incorporándose y resultan más beneficiosas para la salud de los más pequeños. “Inclusive hay muchas tortas que son saludables y pueden prepararse con harinas integrales”, añade la Lic. Indacochea. En tanto como alternativas para la mesa salada, los pochoclos, las pizzetas, el maní horneado, y los sándwiches, pueden ser alternativas que pueden suplantar los típicos chizitos y papas fritas. “Yo pensaría una propuesta que no implique snacks, si la fiesta fuera la única situación en la que un niño come papas fritas no sería tan problemático, lo grave es que las comen de merienda todos los días”, puntualiza la especialista.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina es uno de los países que lidera el ránking de obesidad infantil en Latinoamérica, una de las principales problemáticas del siglo XXI. “Esta enfermedad se da como consecuencia de la mala alimentación y el exceso de alimentos refinados, pero también del exceso de agregados químicos o aditivos que la industria le pone a los alimentos”, enfatiza Indacochea. Por ello, los padres tienen gran parte de la responsabilidad de fomentar hábitos diarios saludables en la crianza de los niños para que estos aprendan a comer sano. “Hoy los padres viven una vida acelerada, por eso se busca una solución más rápida e instantánea en los alimentos, que la comida chatarra termina solucionando”, destaca la nutricionista.
A los niños los atrae muchos los colores, y las ensaladas de frutas o frutos secos, son buenos alimentos que pueden implementarse en los eventos infantiles a través de lo visual. “Las Papitas o batatas deshidratadas, los cubitos de coco, papaya, mango, son agradables y saludables para hacer el cambio en lugar de caramelos, y no requiere de un mayor costo económico, es cuestión de elegir el lugar, donde poder conseguirlos a buen precio”, puntualiza Indacochea.
Asimismo, es muy importante no olvidar el agua, que siempre debe estar presente. “Los chicos al saltar y jugar tienen sed, y siempre tienen que tener agua al alcance y acostumbrarse al consumo de la misma, hay niños que te dicen que no les gusta y eso es muy triste”, destaca Saddakni. También, limonada o jugo de naranja podrían ser otras opciones de bebidas naturales. “Los niños consumen el triple o más azúcar de la que deberían en forma de bebidas como aguas saborizadas, jugos, gaseosas, chocolatadas, lo cual trae aparejado casos de diabetes, que se está viendo mucho hoy en día”, puntualiza la especialista.
“Estos pequeños detalles son positivos y hacen la diferencia para lograr instalar un cambio, aunque este no sea total, porque hay que vivir en la realidad, pero sirven para tratar de hacer poco a poco esa transformación de hábitos hacia una vida más saludable”, concluye Indacochea.