Con casi 9% de desocupación en la región y 64 mil personas buscando empleo sin conseguirlo, advierten que la caída del trabajo formal y la falta de mercado interno profundizan la crisis laboral
La situación del empleo en Santa Fe vuelve a encender señales de alarma. Según los últimos datos publicados por el Indec, la desocupación en la provincia alcanzó el 6,2%, pero el panorama es aún más crítico en el Gran Rosario, donde el índice trepó al 8,9%, una cifra que expone con crudeza el impacto de la recesión sobre la economía real.
En diálogo con Radio UNR, el abogado laboralista y ex ministro de Trabajo de Santa Fe, Juan Manuel Pusineri, advirtió que en la región hay alrededor de 64 mil personas que buscan activamente empleo y no lo consiguen, y remarcó una particularidad clave de la medición oficial: “El Indec considera ocupada a una persona que trabajó apenas dos horas en la semana relevada”.
Más allá del número de desocupados, Pusineri puso el foco en otro fenómeno que revela el deterioro de los ingresos: la “ocupación demandante”. “El 25% de la población está buscando trabajo o sumar otro empleo aun teniendo uno. Eso demuestra que los ingresos no alcanzan y que la situación no está resuelta”, explicó.
Empleo que crece, pero sin derechos
Mientras a nivel nacional se registra una leve baja en la desocupación, el ex funcionario provincial advirtió que esa mejora es engañosa. “Ese descenso responde al crecimiento de empleos precarios. Si uno mira con atención, el empleo que aumentó es el no asalariado e informal”, sostuvo, y señaló el avance de modalidades laborales ligadas a plataformas y aplicaciones, sin protección ni estabilidad.
“Hay un ajuste muy fuerte por la calidad del empleo: menos derechos, menos aportes al sistema de seguridad social y menores salarios. Por eso el impacto social de la desocupación es tan profundo”, remarcó.
Sin mercado interno no hay trabajo
Para Pusineri, el problema de fondo está en la orientación de la política económica nacional. “La economía real tiene que ver con la actividad y el consumo, y eso explica estos niveles de desocupación. El 70% del empleo depende del mercado interno y el Gobierno no está pudiendo resolver esa microeconomía”, afirmó.
Si bien reconoció que se apuesta a sectores generadores de divisas como la energía, la minería o el agro, advirtió que son rubros que crean poco empleo de calidad. “La industria, la construcción y el comercio son los grandes generadores de trabajo formal, y sin consumo no hay posibilidad de recuperación”, subrayó.
Duras críticas a la reforma laboral
En ese contexto, Pusineri fue especialmente crítico con la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei, a la que calificó como “la casa de Casper”, por considerar que “está claramente inclinada para un solo lado”.
“Reduce derechos individuales y colectivos, debilita la negociación y parte de una premisa falsa: que quitando protección laboral se va a generar más empleo. Eso ya se intentó en la dictadura, en los ‘90 y en los 2000, y nunca funcionó. Al contrario, se destruyó trabajo”, recordó.
Además, cuestionó que la iniciativa no contemple herramientas concretas para las pequeñas y medianas empresas, que son las principales generadoras de empleo en el país. “No hay nada pensado para las PyMEs, que son las que sostienen el trabajo en el territorio”, concluyó.