Un equipo de ingeniería biomédica de la Universidad de Utah creó una prótesis de brazo que permite a quien se lo ponga sentir lo que está tocando. El mismo fue denominado “brazo LUKE”, en honor Star Wars, por la mano robótica que Luke Skywalker obtiene luego de que Darth Vader le cortara la suya con un sable de luz.
La revista Sciencia Robotics publicó un artículo en el que detalló cómo hicieron los especialistas para lograr que el brazo reviviera la sensación del tacto para Keven Walgamott, el primer paciente en testearla. Keven perdió su mano izquierda y parte del antebrazo hace 17 años por un accidente eléctrico. La Universidad de Chicago y la Clínica Cleveland también participaron en el estudio.
Previamente, ya se ha señalado que sentir las cosas es fundamental para los amputados, porque si no pueden hacer movimientos muy bruscos y aplastar o romper un objeto cuando quieren agarrarlo. El brazo LUKE manda señales al cerebro que imitan la forma en que una mano humana puede sentir la información sobre un objeto, como si es blando, duro, liviano o pesado.
Según explicó Jacob George, autor del estudio y estudiante de doctorado en ingeniería biomédica en la Universidad de Utah a CNN, lo que hicieron fue cambiar “la forma en que se envía esa información al cerebro para que coincida con el cuerpo humano. Y al hacerla coincidir, se vieron mejores beneficios”.
El brazo fue desarrollado durante 15 años y los investigadores usaron el modelado y las matemáticas para lograr que fuera un éxito. Está compuesto por motores de metal con una capa de silicona que imita la piel. Consume la energía de una batería externa y también está conectado a una computadora.
Richard A. Normann, profesor emérito de Utah, inventó la Matriz de Electrodos Inclinados de Utah. Se trata de una agrupación de 100 microelectrodos y cables implantados en los nervios del antebrazo y conectados a una computadora externa. Ésta consiguió leer las señales de los nervios que quedaban en el brazo del paciente y la computadora las convitrió en señales digitales, que actúan como mensajes para el movimiento del brazo.
Además, los sensores que posee la mano del brazo LUKE mandan señales por la matriz a los nervios existentes para comunicar la sensación que se está recibiendo cuando toca algo. El mecanismo imita la forma en que las señales se mandan al cerebro cuando la mano humana toca algo por primera vez.
De cara al futuro, los investigadores planean crear un brazo que no requiera estar conectado a una computadora para que el paciente obtenga una libertad inalámbrica. Asimismo, creen que podrían aplicar estos descubrimientos a personas que fueron amputadas por encima del codo. Los especialistas esperan que para el 2020 o 2021 los participantes del estudio puedan llevarse el brazo a sus casa.