Acusan al presidente Alassane Ouattara de encabezar una "dictadura" y denuncian la muerte de al menos 12 personas en incidentes armados durante la jornada de votación
La oposición en Costa de Marfil anunció este domingo que desconoce las elecciones presidenciales realizadas ayer y llamó a una «movilización general» contra el presidente Alassane Ouattara, a quien acusaron de encabezar una «dictadura», con el fin de forzar una «transición civil», informó la prensa internacional.
El líder opositor, el ex primer ministro Pascal Affi N’Guessan, proclamó en conferencia de prensa «el fin del mandato del presidente Alassane Ouattara» y exhortó a «la movilización general de los marfileños para bloquear la dictadura del presidente saliente».
Asimismo, sostuvo la necesidad de «la apertura de una transición civil a fin de crear las condiciones para una elección presidencial justa y transparente», según las agencias de noticias AFP y Europa Press.
N’Guessan, uno de los cuatro candidatos en las elecciones de ayer -se postuló por el Frente Popular Marfileño (FPI) del expresidente Laurent Gbagbo-, había dicho ayer que los comicios eran una «mascarada»
Asimismo, el líder opositor denunció la muerte de al menos 12 personas en incidentes armados durante la jornada de votación, mientras las autoridades reconocieron solo cinco fallecimientos y por lo menos 27 heridos, y AFP elevó la cantidad de víctimas fatales a 30.
La Comisión Electoral, que dispone de cinco días para proclamar los resultados y anunció que hoy comenzaría a divulgar datos parciales, admitió «daños mínimos en unos 30 o 40 colegios».
En tanto, el grupo de observadores independientes Índigo reportó al menos 116 incidentes, demora en la apertura de centros de votación y saqueos en algunos de ellos.
La tensión comenzó en agosto pasado, cuando Ouattara confirmó que se postularía a un tercer mandato consecutivo bajo el argumento de que se lo permitía la sanción en 2016 de una nueva Constitución, que sin embargo establece un límite de dos períodos seguidos.
La oposición consideró esa decisión como un «golpe de estado electoral».
Ya en 2010-11 hubo una crisis poselectoral originada por la negativa del entonces presidente Gbagbo de dejar el gobierno en beneficio de Ouattara, y en cuyo contexto murieron unas 3.000 personas.