Durante la cuarentena obligatoria, alimentarse bien también es fundamental y hay varios puntos a tener en cuenta
Dos semanas en aislamiento por el brote de coronavirus es lo que se recomienda para quienes hayan viajado a zonas de contagio o hayan tenido contacto con alguien que lo hizo, o que tiene la enfermedad. Se trata de 14 días, equivalente a 28 comidas y 28 desayunos/meriendas, donde una de las principales preocupaciones puede pasar por qué comer y cómo organizarse.
Antes que armar una lista de supermercado, es preferible pensar un plan alimentario para dos semanas de aislamiento. Pensar con conciencia el menú y las porciones para hacer una compra equilibrada y rendidora. Obviamente, enviando a hacer las compras a otra persona o pidiendo envío a domicilio.
Además se trata de ser realista con la cantidad de alimentos que se consumen en dos semanas: si en un hogar se toma un litro de leche cada 7 días se tienen que comprar dos para la cuarentena de 14. De acuerdo a la fecha de vencimiento será en sachet o larga vida, y no está de más tener en cuenta la versión deshidratada, que es más rendidora.
Por de pronto la crisis sanitaria por el coronavirus no tendría por qué afectar el suministro de agua potable en las zonas donde hay así que las botellas de agua mineral pueden quedarse en la góndola y dejarle espacio en la despensa a los alimentos, que serán igual de importantes en la cuarentena.
Los alimentos no perecederos como fideos secos, arroz, polenta, legumbres y harinas son una obviedad en la lista, pero pensar qué hacer con cada uno permite resolver de manera rápida en el pasillo del súper: pasta con salsa, arroz con pollo, ensalada de lentejas, papa y tomate, por ejemplo.
Otro rubro de alimentos que entra por default en la compra pre cuarentena es el de las latas de atún, sardinas, caballa o tomates, y las conservas como aceitunas, todos ingredientes versátiles que duran un largo período de tiempo. Conviene, quizás, tener a mano una buena receta de masa para evitar el momento en que pican las ganas de hacer empanada gallega o cualquier tarta.
En el caso de las carnes, sean del animal que sean, es cuestión de limpiarlas, fraccionarlas en porciones y congelarlas por separado, por ejemplo, sobre placas de horno para luego juntarlas en bolsas de freezer (una por cada especie, ¿eh?) una vez que ya estén bien «duritas».
El freezer, de hecho, se convertirá en el mejor amigo de quienes hagan cuarentena por coronavirus porque además de conservar la carne puede guardar en perfecto estado otros ingredientes, como la manteca, el queso (blando, duro, semi duro), el jengibre fresco pelado, el puré de tomates una vez abierto, y las frutas y verduras.
Hierbas como el perejil o el cilantro se pueden lavar, picar y fraccionar en cubeteras con agua para conservarlas en el freezer, pero otros alimentos, como el verdeo, la cebolla, el morrón o la zanahoria, pueden lavarse, cortarse y congelarse perfectamente.
A falta de bolsas de freezer (o de tiempo para blanquear verduras) las opciones ya congeladas no serán lo más sano, pero por esta vez es mejor que pasar dos semanas sin los nutrientes que aportan las verduras.
La papa, la batata, los zapallitos y la calabaza resisten mucho tiempo afuera de la heladera (tal es su nobleza), siempre en lugares frescos y secos. Otras verduras, como la acelga y la espinaca, necesitan un poco más de dedicación: conviene lavarlas, blanquearlas en un rápido hervor, escurrirlas y mandarlas al freezer en una bolsa.
Los huevos, a la heladera. El maní, incluso si es en pasta o mantequilla, puede quedar en la alacena con el aceite, la sal, pimienta y cualquier otro condimento, salsa de soja incluida.
Una buena opción para matar el tiempo durante el período de aislamiento es hacer mermeladas y conservas, pero si no hay rato para el ocio (teletrabajo mediante), la opción de lavar, pelar y cortar algunas frutas para mandarlas al freezer solo lleva unos minutos.
De hecho las bananas congeladas sirven para hacer helado casero si se las mezcla con otros ingredientes.
Si el freezer es chico siempre queda la opción de comprar frutas y verduras verdes para que tarden en madurar y así congelar carnes, lácteos y otros alimentos.
Fuente: Minutouno.com