El Ministerio de Sanidad español recomendaba ampliar las limitaciones de movilidad a todo el territorio ante el aumento sostenido de casos
El gobierno español pidió este viernes a las autoridades regionales de Madrid que adopten medidas drásticas para frenar el avance del coronavirus, entre ellas el confinamiento total de la capital, pero la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, solo amplió las limitaciones de movilidad que rigen en los barrios del sur a otras ocho zonas de la región.
«Van a venir unas semanas duras en Madrid, y también en otras partes, por lo tanto hay que actuar con determinación para tomar el control. No hay otro atajo, no vale un cierto gradualismo», aseguró el Ministro de Sanidad española, Salvador Illa, mostrando su disconformidad en conferencia de prensa.
La comparecencia de Illa fue anunciada apenas cinco minutos antes de llevarse a cabo, ya que tenía como intención dejar de manifiesto la discrepancia de criterios entre el gobierno central y el regional, que casi en simultáneo estaba informando sobre las nuevas medidas adoptadas para contener el coronavirus en la región, la más afectada de España y Europa.
El Ministerio de Sanidad español recomendaba ampliar las limitaciones de movilidad en la región de Madrid a toda la capital y todas las zonas con más de 500 casos de coronavirus por 100.000 habitantes, explicó Illa.
Sin embargo, el Ejecutivo regional obvió esta pauta y anunció que las limitaciones de movilidad que rigen desde el lunes último en 37 áreas sanitarias -con más de 850.000 personas- se extiende a ocho zonas más, y afectarán a un número adicional de 167.000 habitantes.
Las autoridades regionales están aplicando el «confinamiento selectivo» en las zonas que en los últimos 14 días acumulan más de 1.000 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes.
«No vale únicamente la tasa de infecciones. Nos gustaría que hubiera criterios homogéneos -en toda España- dijo por el viceconsejero de Salud madrileño, Antonio Zapatero, quien insistió en que lo que se busca es «evitar el confinamiento total».
El Ministerio de Sanidad español también solicitó a Madrid una recomendación explícita a los ciudadanos de no realizar desplazamientos innecesarios, que se prohíba el consumo en barra de los bares, y una reducción del 50% de las zonas exteriores de bares de forma generalizada.
Los madrileños de las áreas que desde el lunes están afectadas por las limitaciones de movilidad sólo pueden entrar y salir del perímetro barrial para ir a trabajar, llevar a sus hijos a centros educativos, o por fuerza mayor.
El Ejecutivo regional también impuso de manera general el 50% de límite de ocupación para el comercio, los bares y restaurantes y cerró parques y jardines, además de prohibir reuniones sociales de más de seis personas.
La decisión inicial de confinar 37 áreas sanitarias, que afectó principalmente a barrios del sur de la capital y localidades limítrofes, generó una fuerte polémica y protestas por tratarse de zonas populares habitadas por trabajadores de sectores muy expuestos al virus, como los servicios, el sanitario, el comercio o la industria.
Coincidiendo con las protestas y críticas a la gestión regional, el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, se reunió con Ayuso el lunes y acordó la creación de un grupo de trabajo conjunto para contener la segunda ola de coronavirus, que a la luz de las medidas adoptadas no logró llegar a un consenso.
«Más que confinar Madrid, nuestra misión es ayudar a las personas. Las medidas que estamos adoptando son las adecuadas. Test masivos, aforos, cuarentenas, y el resto a seguir adelante», escribió Ayuso en Twitter.