En el efector público dependiente del gobierno de Santa Fe hay un total de 27 disponibles para pacientes con Covid-19
El Ministerio de Salud de la provincia incorporó 13 camas críticas en el hospital Provincial de Rosario para la atención de pacientes con Covid-19 y readecuó otras, elevando de este modo a 27 la disponibilidad de las mismas.
Al respecto, la vicedirectora del nosocomio de referencia en el sur de la provincia, Rosalía Angaroni, detalló que “las nuevas camas se suman a las seis ya existentes y adaptadas para adultos que pertenecían a la terapia de pediatría; y a otras ocho de unidad coronaria, también adaptadas para la atención de pacientes con cuadros graves de Covid”.
El resto de los efectores de la red de salud pública provincial, en Rosario y zona sur, agregaron camas de terapia para pediatría frente a la posible demanda de atención, centralizando así la atención de adultos en efectores específicos, y de niños en otros.
En otro orden, Rosalía Angaroni destacó los esfuerzos “sin descanso que viene haciendo todo el personal de salud, sin vacaciones, sin francos; muchos de ellos aislados porque se contagian en el trabajo o bien en la comunidad habiendo circulación”, por lo que llamó a la sociedad a tomar “real conciencia de la gravedad de la situación, ser solidarios y empáticos”.
“Las camas críticas son un recurso limitado. Lo mismo pasa con los profesionales que se prepararon años para atender pacientes en terapia intensiva, y ahora están en una situación de preocupante agotamiento”, advirtió Angaroni.
En este sentido, la vicedirectora señaló que “entendemos y respetamos que haya gente que se manifiesta en contra de las medidas de prevención pero es necesario advertir que lo que pasa es tristemente real y muy grave”.
“En cualquier momento nosotros podemos enfermarnos, necesitar internación y no tener espacio, independientemente de la cantidad de camas que podamos incorporar. Una forma fundamental para evitar esto es con el cuidado personal y social. Pongamos freno a la cadena de contagios”, concluyó Angaroni.