Un experto señaló que "serían personas que llegaron al hospital y no fueron atendidas, por lo que tuvieron que regresar al domicilio"
Un total de 2.088 enfermos de coronavirus murieron en Perú en sus casas, en la vía pública o de camino al hospital, informaron este viernes las autoridades sanitarias, lo que equivale a un 12% de los 17.654 decesos registrados en el país andino.
De esas víctimas fatales, el 73% eran adultos mayores, precisó la Sala Situacional del Ministerio de Salud, citada por el diario El Comercio.
El porcentaje restante de fallecidos fuera de los centros de salud corresponde a adultos de entre 30 a 59 años (25%), jóvenes de entre 20 y 29 años (1,2%), y niños o adolescentes (0,8%).
Para el médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud, Manuel Espinoza, el nivel socieconómico (NSE) de estas víctimas es determinante para establecer las posibles causas del fallecimiento en el hogar.
El experto identificó dos escenarios.
«Hemos reportado casos de personas del NSE A y B -los sectores con mayores ingresos-, sobre todo adultos mayores, que evitaron acudir a un centro de salud en un avanzado estado de la infección para morir en casa junto a sus familiares», explicó Espinoza.
Sin embargo, en los sectores menos pudientes (NSE C, D y E), la situación es más «crítica», señaló.
«Serían personas que llegaron al hospital y no fueron atendidas, por lo que tuvieron que regresar al domicilio», dijo el experto.
En marzo último, la cartera de Salud aprobó un protocolo para el manejo de cadáveres con Covid-19, que estableció que no deberían «permanecer por más de 24 horas» en el domicilio y el traslado debía ser «inmediato y directo» al cementerio para en lo posible ser cremado, o en su defecto, enterrado.
De acuerdo con la directiva sanitaria, si la persona falleció con síntomas de la infección y no se le hizo una prueba molecular o rápida de descarte, será considerada «un caso confirmado de coronavirus».
Con 371.096 casos y 17.654 muertes por la Covid-19, Perú es uno de los países más golpeado por la pandemia en el mundo, siendo el sexto con más casos a nivel global y el segundo en América Latina.