De todas maneras, la administración extenderá el estado de alarma y "no se levanta ningún confinamiento"
España continúa en fase de estabilización con el objetivo de «consolidar la ralentización del coronavirus», pese a que este miércoles se registró un leve repunte de muertos, con 757 fallecidos más, mientras los contagios también se incrementaron en 6.180, hasta llegar a los 146.690.
«Todavía estamos en fase de combate de la pandemia, la curva de contagios está bajando, pero hay que bajarla aún más», aseguró el ministro de Sanidad, Salvador Illia, al comparecer en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados español. Con este escenario, Illia subrayó que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, acudirá el jueves a la cámara baja para pedir, por segunda vez, «la prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril» y, por lo tanto, «no se levanta ningún confinamiento».
A pesar de que en los últimos días el propio gobierno habla de las medidas de «desescalada» del encierro que se pondrían en marcha a fin de mes, Illia insistió en que el momento actual es «duro», con un número de muertos que «hiere a todos», aunque «el número de curados ofrece esperanza». Las personas diagnosticadas con Covid-19 que fueron dadas de alta ya son 48.021, tres veces más que el número de fallecidos, 14.555, desde que comenzó la pandemia.
La cifra de muertos siempre estuvo cuestionada porque solo se contabiliza a los fallecidos que fueron testados en su mayoría en hospitales. Pero ahora lo es más después de que la justicia española pidió información a los registros civiles de todo el país para aclarar el número de defunciones tras un informe del propio Ministerio de Sanidad que muestra un repunte de los fallecimientos totales del 50% en las últimas tres semanas.
Sobre esta cuestión, la doctora María José Sierra, del Centro de Alertas y Emergencias, reiteró que «el sistema de monitorización de la mortalidad, lleva muchos años en España y arroja otro tipo de datos que no son comparables» con las actuales cifras de evolución de la Covid-19.
El Ministerio de Justicia requirió a los registros civiles todas las licencias de entierro tramitadas desde el 14 de marzo, la víspera a la entrada en vigor del estado de alarma por la pandemia. Los registros deben aportar el número de fallecimientos, la localidad donde se produjeron, el lugar de la muerte -si fue en un hospital, un domicilio, una residencia de mayores- y si la muerte fue por coronavirus, según un documento publicado por la radio Cadena Ser.
Illia ya admitió que solo se contabilizan como muertes por coronavirus a aquellas personas fallecidas a las que se les realizó una prueba diagnóstica, es decir, prácticamente a las persona que mueren en hospitales, con lo que quedan afuera los ancianos fallecidos en geriátricos. El Ministro de Sanidad, sin embargo, remarcó que este es el protocolo que se aplica en Europa.
Según cifras oficiales actualizadas este miércoles, con 146.690 infectados, España se mantiene como el segundo país con más diagnóstico por Covid-19, detrás de Estados Unidos. También es el segundo país en número de fallecidos, detrás de Italia.
«Estamos consiguiendo ir quemando las etapas que nos habíamos propuesto y estamos llegando a los objetivos. Hemos conseguido que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) no hayan colapsado», sostuvo Fernando Simón, jefe del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias. Más de 7.000 personas necesitaron atención en UCI desde el comienzo de la pandemia, con un incremento del 3% esta semana, según los expertos. La situación en las urgencias, en cambio, se está descomprimiendo en los hospitales más importantes de la capital, Madrid, y la segunda ciudad más grande del país, Barcelona.
En medio de la tensión política que generó que no se tengan cifras claras de los fallecidos, el gobierno español advirtió que luego del 25 de abril, cuando vence la última prórroga del estado de alarma, las salidas graduales del encierro serán «muy controladas», con lo que pidió paciencia y compromiso a la población. Illia alentó la idea de que los niños podrán empezar a salir, al afirmar que «tener a los niños cuatro semanas encerrados en casa tiene repercusiones para la salud pública».
A partir del lunes próximo, España recuperará las condiciones del confinamiento previo a un decreto que prohibió desde el 30 de marzo la actividad productiva no esencial, algo que está generando debate político, ya que Cataluña, la segunda región más afectada por el coronavirus, exige mantener un «confinamiento total». «Estamos a punto de tomar decisiones erróneas», dijo el consejero de interior catalán, Miquel Buch.