Desde el Sindicato Único de Portuarios Argentinos aseguran que, a pesar de la baja en la actividad, los controles ante el Covid-19 están asegurados, ya que sus afiliados son un grupo de contacto directo con el exterior
Por Gonzalo Santamaría y Lina Quispe
La pandemia del coronavirus tiene en alerta a toda la población. Las medidas de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales no tardaron en llegar y los ciudadanos en general cambiaron hábitos contra la propagación. Y también los diferentes gremios, quienes lanzaron campañas de concientización para sus afiliados.
Uno de los grupos laborales que más expuestos están, mediante el contacto con personas que provienen del exterior, es el de los trabajadores portuarios que reciben barcos en todas las terminales del Paraná.
Desde el gremio que nuclea a estos trabajadores, el Supa de Rosario (Sindicato Único de Portuarios Argentinos), aseguran que los controles se desarrollan con normalidad y rigurosidad, pero advierten la baja en la actividad que proviene del río Paraná.
CLG dialogó con Rubén Loza, secretario gremial del sindicato, que dejó en claro que los trabajos de prevención están a cargo de la Prefectura Nacional que aplica su protocolo ante la llagada de un barco, ya sea de bandera nacional o internacional. «Después cada empresa controla la fiebre a cada tripulante», reveló el gremialista y aseguró que los barcos en sí tienen controles propios cuando están navegando, ya que suelen pasar en aguas el tiempo necesario para que aparezca el virus.
«De igual forma acá también le hacen los controles, los mismos que pide el Estado y que se realizan en los hospitales», contó Loza y aseveró que si un tripulante tiene fiebre no dejan que descienda del barco y se le aplican las medidas necesarias.
Por parte del gremio, Loza expuso las iniciativas que se llevan adelante: «Nosotros también nos sumamos con controles y prevención, todas las terminales tienen alcohol en gel, barbijos, mamelucos blancos, agua y jabón para lavarse las manos y todos los cuidados pertinentes». Además, los empleados mayores de 65 años y los que entran en factores de riesgos dejaron de asistir a sus lugares de trabajo tal cual marcó el presidente Alberto Fernández el domingo.
Por último, el sindicalista se sumó al mensaje nacional y manifestó: «La prevención viene siempre desde casa, no sólo en el puerto, esto es a nivel global».
En consecuencia, y con la pandemia provocando un aislamiento casi total de la población, el movimiento en el puerto rosarino bajó: «Hay menos movimiento, tenemos mucho menos trabajo en todos las terminales. Tenemos trabajo sólo en los contenedores o en barcos a corta distancia que van a Paraguay por ejemplo».
Si bien no está previsto el cese de actividades en el Puerto de Rosario, la pandemia no sólo tiene en vilo la salud de la población sino también la economía que se reciente al no haber actividad, en este caso, portuaria.