Firmaron una declaración que destaca "la necesidad de solidaridad mundial y cooperación multilateral para aumentar la producción y distribución de vacunas a nivel regional y mundial"
Unos 180 países de los 193 que integran la ONU se comprometieron a propiciar el acceso equitativo a las vacunas contra la Covid-19, informó hoy la organización.
El pronunciamiento está contenido en una declaración que fue centro del debate de una reunión de la Asamblea General de la ONU, a partir de una presentación de Líbano, que no logró el respaldo de 13 estados, entre ellos Corea del Norte, Birmania, Benín, Burundi, República Centroafricana, Sudán del Sur, Siria y Seychelles.
El Vaticano y Palestina, que tienen estatus de observadores en la organización, tampoco firmaron la declaración.
«Estamos profundamente preocupados de que, a pesar de los acuerdos internacionales, iniciativas y declaraciones generales, la distribución de las vacunas contra la Covid-19 siga siendo desigual en todo el mundo, tanto entre países como dentro de los países», subraya la declaración.
La preocupación también se relaciona con el hecho de que «un número considerable de países aún no tienen acceso a las vacunas», reportó la agencia AFP.
Los países firmantes -a los que pueden sumarse otros en días siguientes- destacan ante esa situación «la necesidad de solidaridad mundial y cooperación multilateral para aumentar la producción y distribución de vacunas a nivel regional y mundial».
«Nos comprometemos a tratar la vacunación contra la Covid-19 como un bien público global garantizando un acceso asequible, equitativo y justo a las vacunas para todos, siendo Covax el mecanismo adecuado para garantizarlo», señala la declaración.
Los firmantes prometen fomentar “activamente el intercambio de dosis de vacunas de todos los países que estén en condiciones de hacerlo con países de ingresos bajos y medios y otros que las necesiten».
La declaración también hace énfasis en «la solidaridad y la intensificación de la cooperación internacional» para garantizar la protección de todos, «cualquiera que sea su nacionalidad o lugar de residencia y sin ningún tipo de discriminación».
Con el cuadro de situación que registra la producción y distribución de vacunas, el pronunciamiento no parece más que una carta de buenas intenciones, porque varios países firmantes aparecen, al mismo tiempo, entre los que más dosis acapararon, en algunos casos para inmunizar más de una vez a su población.
Las demoras en las entregas de parte de los laboratorios, además, contribuyó a una suerte de guerra por lograr lotes de vacunas, y los países sedes de las grandes farmacéuticas rechazan la posibilidad de liberar las patentes medicinales.