El gobierno Italiano autorizó administrar la vacuna AstraZeneca a los mayores de 65 años. Mientras tanto, los países europeos se dividen entre flexibilizaciones y endurecimiento
Italia se convirtió hoy en el sexto país en sobrepasar los 100.000 fallecidos por coronavirus, mientras Alemania reabrió algunos comercios no esenciales que permanecieron cerrados casi tres meses y habilitó reuniones privadas de hasta cinco personas, Hungría y Finlandia endurecen sus medidas restrictivas, y los Países Bajos avanzan en su certificado de vacunación para poder circular.
La cifra de muertos por coronavirus en Italia alcanzó los 100.103, tras registrar 318 en las últimas 24 horas, informó el Ministerio de Salud, con lo que el país es el sexto en superar las 100.000 después de Estados Unidos, Brasil, México, India y el Reino Unido.
El dato llegó en coincidencia con la autorización del gobierno a administrar la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca y la universidad de Oxford a los mayores de 65 años.
En un comunicado, el Ministerio de Salud del país informó que la vacuna puede ser utilizada para ese grupo de riesgo, excepto en el caso de personas consideradas «extremadamente vulnerables» por tener problemas en el sistema inmunológico o tomar medicamentos con contradicciones para este tipo de inoculante, según la agencia de noticias AFP.
En tanto, Alemania avanzó en algunas flexibilizaciones que ya había anunciado, entre ellas las reuniones en domicilios dentro del tímido segundo paso hacia la desescalada de las restricciones y en medio de cierto escepticismo ante un nuevo repunte de los contagios.
La iniciativa, que había sido anunciada la semana pasada tras una reunión de más de nueve horas entre la canciller Angela Merkel y los responsables de los 16 estados federados, permite que las librerías, que solo se mantuvieron permanentemente abiertas en Berlín y en Sajonia-Anhalt, hayan podido abrir en las otras 14 regiones.
Las florerías y las tiendas de jardinería también se vieron beneficiadas por la estrategia de apertura con limitaciones del número de clientes por metro cuadrado, y las peluquerías ya habían abierto una semana antes, mientras otros servicios que implican cercanía corporal podrán volver a ofrecerse, aunque en muchos casos con la realización de frecuentes test rápidos.
Por el contrario, los ciudadanos de Hungría amanecieron con una nueva ronda de estrictas medidas de bloqueo destinadas a frenar una ola récord de contagios, hospitalizaciones y muertes impulsadas por las variantes del virus.
Las nuevas restricciones, anunciadas la semana pasada, incluyen el cierre de la mayoría de los comercios durante dos semanas y los jardines de infantes y las escuelas primarias hasta el 7 de abril.
En Finlandia, en tanto, a partir de esta medianoche se cerrarán bares, pubs, discotecas y restaurantes durante tres semanas para tratar de contener el avance del virus.
La prohibición se aplicará a restaurantes y bares que estén abiertos al público en áreas donde la epidemia de coronavirus se encuentra en la etapa de aceleración o transmisión comunitaria, es decir, en gran parte del país.
El continente busca algún equilibrio entre las medidas sanitarias que eviten la propagación del virus y algunas decisiones que aireen la economía, sacudida por un pésimo 2020, mientras hace frente a la demora en la entrega de vacunas pactadas con laboratorios.
De hecho, la Unión Europea (UE) advirtió que podrá bloquear otros intentos de salida del continente de cargamentos de vacunas, como hizo Italia la semana pasada, si las empresas farmacéuticas mantienen los retrasos en las entregas pactadas.
La decisión de Italia «no fue un caso aislado», advirtió la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al diario WirtschaftsWoche, en referencia a la decisión de Roma, el jueves pasado, de bloquear, con el visto bueno de la UE, la exportación de 250.700 dosis de la vacuna de AstraZeneca, producidas en territorio europeo y destinadas a Australia.
El más avanzado en su plan de vacunación es el Reino Unido, que cuenta con 22 millones de personas con al menos la primera dosis aplicada, por lo que en Inglaterra los niños volvieron hoy a las aulas, un paso crucial en el plan del gobierno para sacar progresivamente al país de un tercer confinamiento, que prevé reuniones de hasta seis personas desde el 29 de este mes.
El gobierno de Países Bajos, por su parte, planea introducir un certificado digital de vacunación contra la Covid-19 para permitir mayores libertades a los inmunizados y a las personas que den negativo, según detalló el ministro de Salud, Hugo de Jonge.
Al respecto, las autoridades ya estaban desarrollando una app que posibilitará a los usuarios viajar, comer en restaurantes o asistir a conciertos, cines y festivales, por ejemplo, según la agencia DPA.
En Estados Unidos, el país más afectado con casi 29 millones de casos y más de medio millón de muertos, las autoridades anunciaron que los vacunados pueden reunirse entre sí en pequeños grupos en sitios cerrados sin barbijos ni respetar el distanciamiento social.
También pueden reunirse sin tapabocas con personas no inmunizadas de otro hogar si éstas no tienen factores de riesgo frente a la Covid-19, dijo la directora de la red estatal de Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walenski, en conferencia de prensa.
A la lista de mandatarios que se contagiaron se sumó hoy el presidente sirio, Bashar al Assad, y su esposa, Asma, que dieron positivos pero se encuentran «bien» y su condición es «estable», según se informó hoy oficialmente.
En la región, Chile dio marcha atrás en la flexibilización prevista para amplias regiones del país y una quinta parte de los chilenos vivirá bajo cuarentena a partir del jueves próximo, después de que el país superara hoy los 860.000 contagios en medio de una importante alza de casos.
Y Paraguay, después de la serie de protestas que jaquea al gobierno de Mario Abdo Benítez, empezó la distribución de las 20.000 dosis donadas por Chile y encaró una búsqueda más agresiva de compra de vacunas, ahora con nuevas autoridades en la cartera de Salud.