Mundo

Coronavirus: el Papa honró a sacerdotes, médicos y enfermeros


Francisco se refirió durante su homilía virtual a los 60 curas que perdieron la vida en Italia, por ayudar a los enfermos con el virus. También reconoció la labor de los trabajadores de la sanidad, a quienes consideró "santos"

El papa Francisco ofició hoy la misa de Jueves Santo desde la Basílica de San Pedro, sin asistentes debido a la pandemia, y honró a los «santos» que combaten el coronavirus. La ceremonia fue transmitida en directo por el canal de YouTube del Vaticano. El evento religioso empezó a las 18 de Roma y forma parte de las celebraciones litúrgicas de Pascua.

«Hoy querría expresar cercanía a todos los sacerdotes, desde el más reciente ordenado hasta el papa, porque todos somos sacerdotes», empezó el pontífice, en un templo se diría que espectral.

Francisco basó su homilía en el concepto del servicio y, por ello, empezó recordando a los más de 60 sacerdotes muertos en Italia por asistir a los enfermos con el virus, pero también a los médicos y enfermeros que perdieron la vida.

Según el Papa, son «los santos de la puerta de al lado, apegados a la sociedad a la que sirven».

Francisco además habló de los sacerdotes que son «calumniados» y que muchas veces «ni siquiera pueden ir por la calle» porque los insultan por los escándalos que han salpicado a la Iglesia, en alusión a los casos de pederastia, aunque no lo citó expresamente.

Y también tuvo palabras para los misioneros o los curas que asisten en las cárceles o en el entorno rural y conocen los nombres de todos los feligreses y vecinos, e incluso hasta de sus perros, dijo a modo de anécdota.

«Buenos sacerdotes. Hoy les llevo en mi corazón y al altar», dijo el Papa con semblante serio.

Por eso se dirigió a todos ellos para defender la importancia del «perdón» porque, dijo, «todos somos pecadores», y les aseguró que el Señor está con ellos.

El Papa ofició esta misa de Jueves Santo, que conmemora la Última Cena e inaugura el Triduo Pascual, prácticamente en soledad dentro de la basílica de San Pedro del Vaticano.

No celebró el tradicional rito del lavado de pies, que en los años anteriores realizó fuera del Vaticano, en prisiones, reformatorios de menores, con discapacitados o ante refugiados.

Ni siquiera se pudo realizar la misa Crismal, en la que se bendicen los santos óleos para impartir los sacramentos y que quiere celebrar después del Domingo de Pentecostés, el 31 de mayo, aunque si no es posible, dijo, habrá que esperar ya al 2021.

El Vaticano ya había confirmado el 15 de marzo que todas las misas de Semana Santa, incluida la del Domingo de Ramos, se realizarán sin la presencia de fieles y tendrán lugar en la plaza del San Pedro, y las mismas serán transmitidas por las redes sociales de la Santa Sede.