El jueves cerró con 54.437 contagios, batiendo el récord diario, llegando a un total de 2.735.339 infectados. Hasta el momento hay 128.677 muertos
Los contagios por coronavirus están creciendo en 40 de los 50 territorios de Estados Unidos, que registró este jueves un nuevo récord de más de 50.000 infectados, mientras que el presidente Donald Trump, bajo creciente presión por la crisis sanitaria y en un año electoral, dijo que apoyaba el uso del barbijo y que se lo pondría, tras resistirse a hacerlo en público pese a las recomendaciones de su Gobierno.
Estados Unidos rompió este jueves su récord diario de contagios de la Covid-19 con 54.437, superando por primera vez los 50.000 y elevando el total de casos en el país más golpeado del mundo por la pandemia a 2.735.339.
El balance también incrementa el número de muertos a 128.677 tras haber sumado 623 en las últimas 24 horas, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
El récord de las últimas 24 horas forma parte del mayor repunte nacional de contagios en dos meses, que comenzó a principios de la semana pasada y que obligó a una veintena de estados a frenar las reaperturas que habían iniciado al estabilizarse los números o a dar marcha atrás con ellas, en algunos casos volviendo a imponer restricciones.
Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia en el mundo, ya suma más de 2,71 millones de casos del nuevo coronavirus y un total de 128.677 muertes, según la base de datos de Johns Hopkins, que se actualiza de manera permanente.
Desde hace días, el país reporta un promedio de unos 40.000 casos por día, con una curva de contagios ascendente en 40 de los 50 estados del país, y el máximo epidemiólogo del Gobierno, el doctor Anthony Fauci, dijo esta semana que el número podría subir a 100.000 por día si no se cambia de rumbo.
Si bien la semana pasada el vicepresidente Mike Pence atribuyó el repunte de los casos al incremento de pruebas hechas a la población, un funcionario de alto rango afirmó ante legisladores en el Congreso que se debe a un aumento de las infecciones.
«No hay dudas de que cuantos más test se hagan, más se descubre, pero creemos que este es un incremento real en casos porque el porcentaje de positividad está en aumento», dijo el secretario adjunto del Departamento de Salud estadounidense, almirante médico Brett Giroir, citado por CNN.
Según afirmó, los estados de California, Arizona, Florida y Texas «están concentrando el 50% de los nuevos casos», lo que «preocupa mucho», admitió.
Ante esta situación, estos cuatro territorios decidieron esta semana volver a cerrar o limitar la ocupación de lugares de aglomeración pública, como restaurantes, bares, cines, teatros y gimnasios.
El aumento de los contagios, que afecta sobre todo a estados del sur y el oeste, fue atribuido en gran parte, incluso por Fauci, a que la gente no usa tapabocas ni mantiene el distanciamiento social.
Muchos políticos demócratas y hasta algunos republicanos consideraron que la negativa de Trump a usar barbijo envió el mensaje equivocado y politizó la cuestión, de tal forma que utilizarlo o no se convirtió en una señal de apoyo o rechazo al mandatario y se perdió de vista la importancia que tiene desde el criterio sanitario.
En un indicio de un giro sobre la cuestión, el mandatario republicano dijo en una entrevista con la cadena Fox que se puso un barbijo y se vio parecido a El Llanero Solitario, que eso le gustó y que no tendría problema en mostrarse con uno en público.
«Apoyo las mascarillas, creo que las mascarillas son buenas», dijo, luego de que congresistas de su partido le pidieran que usara el barbijo en público para dar el ejemplo y terminar con la politización del tapabocas.
“Si estuviera en una situación de aglomeración, definitivamente lo haría», dijo Trump al ser consultado si usaría un barbijo en público.
Hasta ahora, el mandatario se resistió a ser fotografiado con una mascarilla y solo se vio una imagen suya usando barbijo filtrada en redes sociales durante una visita privada a una fábrica de Ford en Michigan en mayo, cuando no estaba acompañado por periodistas.
A principios de abril, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomendó que la gente use mascarillas en lugares públicos o en donde sea difícil guardar la distancia social, pero Trump desautorizó la sugerencia al decir que no la usaría, insinuando que no sería apropiado que el presidente se cubra el rostro cuando recibe a otros jefes de Estado.
Ahora cambió de libreto, y dijo: “No tengo ningún problema con ello, y si a la gente le parece, entonces deberían hacerlo».
Trump, que busca su reelección en noviembre, volvió a caracterizar al coronavirus como una molestia que espera que alguna vez termine.
“Creo que vamos a estar muy bien con el coronavirus. Creo que, en algún punto, va como a desaparecer, espero», opinó.
El nuevo récord nacional de casos llega justo antes de un fin de semana largo por el Día de la Independencia, que se teme pueda potenciar los contagios, por lo que muchas municipalidades decidieron cancelar los tradicionales espectáculos de fuegos artificiales, mientras que en California y Florida volvieron a cerrar las playas al público.
La situación es particularmente alarmante en Florida, donde hoy se superó por primera vez la barrera de los 10.000 contagios diarios-, seis veces más a la media de casos diarios registrada hace menos de un mes- y se volvieron a registrar 67 muertes por segunda vez en una semana.
En el otro extremo, varios estados del noreste de Estados Unidos -los más golpeados durante la primera ola de Covid-19,- registraron una caída significativa de las nuevas infecciones, lo que llevó a las autoridades de Nueva Jersey a reabrir hoy los casinos de Atlantic City, aunque sin poder fumar, beber ni comer en su interior.