Sucedió el miércoles 21 de enero mientras regresaban en auto desde La Falda hacia La Cumbre. Fueron abordados por dos atacantes que los insultaron y golpearon. La palabra de la víctima y el rechazo de la DAIA
El miércoles 21 de enero, a las 19, Max C. (quien prefiere no revelar su apellido) viajaba en auto desde La Falda hacia La Cumbre. Durante el trayecto, de aproximadamente 15 kilómetros, y a la altura de Villa Giardino, un auto Subaru conducido por dos hombres se le puso a la par y comenzó a insultarlo a él y a su familia por su condición de judío. “Volvíamos de pasar el día en un parque de juegos y, en un momento, mis hijos me dicen que había un auto que nos estaba siguiendo. Al principio no le di importancia, pero después me di cuenta de que tenían razón”, explicó el hombre a Infobae.
Max C., de 42 años, viajaba con su mujer, la abuela de su mujer (una señora 91 años) y sus cinco hijos de 17, 15, 13, 11 años y un bebé de un año y medio. En medio de la persecución, aceleró con la idea de “perder” al Subaru. Su intento fue en vano. “Aumentaron la velocidad para seguirme de cerca hasta que lograron encerrarme en una rotonda, se bajaron del auto, empezaron a darle patadas al mío y a maldecirnos. ‘Judíos de m…, váyanse de acá. Hay que matarlos a todos’, nos gritaban”, contó.
En el interior del vehículo, mientras tanto, sus hijos lloraban de miedo y la abuela de 91 años empezó con ataques de pánico. “Me quieren matar, me voy a morir”, gritaba. Max C. decide bajar del coche para intentar dialogar con los atacantes, pero como respuesta recibió una golpiza y más insultos.
“Caí mareado al piso y me golpeé la cabeza. Mis hijos y mi esposa vinieron a socorrerme, pero también los golpearon y los maldijeron”, cuenta Max. C., todavía descolocado por el violento episodio que atravesó junto a su familia. Como si fuera poco, los agresores le rompieron los lentes y le sustrajeron el teléfono celular a uno de sus hijos cuando intentó registrar el ataque.
Una vez en La Cumbre, se presentó en el Destacamento Policial, donde les tomaron la denuncia que ampliaron en la Fiscalía de La Falda durante el domingo 24 de enero por la tarde. Por el momento no hay detenidos. “Quiero destacar el apoyo que recibimos de la DAIA, la Fiscalía y la Policía de la Ciudad de Córdoba”, afirmó el hombre que, tras el ataque, se hizo revisar por médico amigo. “No tengo lesiones, sí varios moretones y mucho dolor”, agregó.
Según pudo saber Infobae, La Cumbre es un destino elegido por la comunidad judía ortodoxa para vacacionar. Durante los meses de verano, inclusive, montaron un templo dentro de una carpa donde se juntan a realizar sus rezos.
“Nosotros veraneamos en La Cumbre hace treinta años. Jamás nos pasó algo así. Cada vez que venimos somos bien recibidos. No podemos entender de dónde salieron estas personas y qué alimenta semejante odio”, apuntó Max C., quien llegó a la ciudad cordobesa los primeros días de enero. “Íbamos a a quedarnos hasta febrero, pero decidimos regresar antes. Mis hijos quedaron muy asustados. Mi esposa y su abuela no pueden dormir desde aquella noche”, lamentó.
Desde la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA) condenaron las agresiones antisemitas a través de las redes sociales. En comunicación con Infobae, Luis Klinger (59) de DAIA Córdoba explicó que es la primera vez que viven un episodio así. “Nosotros trabajamos a diario para fomentar el respeto y la convivencia. Por eso, encontrar este tipo de actitudes nos muestra que, a pesar de la labor diaria, no podemos descansar. Necesitamos desterrar este tipo de reacciones”, dijo.