La leishmaniasis visceral es una enfermedad parasitaria que afecta tanto a animales como a personas, y en humanos es grave
De los casos detectados en este año, nueve se dieron en perros de la capital provincial, mientras que el restante está localizado en la localidad de Parque Siquiman, en el Valle de Punilla, y éstos se suman a otros seis registrados entre 2019 y 2021 en las mismas localidades, lo que suma un total de 16 casos confirmados en la provincia de Córdoba.
La leishmaniasis visceral es una enfermedad causada por un parásito denominado Leishmania infantum, que se transmite por la picadura de un pequeño insecto llamado flebótomo.
Al respecto, la jefa de Epidemiología de la provincia, Laura López, destacó: “Es importante dirigir los esfuerzos a las acciones de vigilancia y control canino -como las que venimos llevando adelante- además del ordenamiento ambiental y la alerta temprana al sistema de salud ante cualquier caso”.
“Por ello, es fundamental que tanto los equipos de salud humana y animal, así como la comunidad en general, tengan presente los modos de transmisión de esta infección, sus síntomas y las maneras de prevenirla”.
La leishmaniasis visceral es una enfermedad parasitaria que afecta tanto a animales como a personas, y en humanos es grave, en particular en niños y niñas, si el tratamiento adecuado no se proporciona a tiempo, puede ocasionar la muerte, indicó la cartera sanitaria.
La enfermedad en los seres humanos se produce cuando un flebótomo se alimenta de la sangre de un perro infectado con el parásito y luego pica a una persona. No se transmite de persona a persona ni por el contacto directo con los animales.
En los perros, la infección ocurre por la picadura de un flebótomo infectado, pero también por vía sexual y vía trasplacentaria (de madre a crías durante la gestación).
Los principales síntomas en los perros son: decaimiento, pérdida de apetito y de pelo, descamación, especialmente alrededor de los ojos y en el hocico; crecimiento exagerado de las uñas; úlceras en la piel y hemorragia nasal.
En las personas, la infección se presenta con fiebre prolongada, aumento del tamaño del abdomen, pérdida de apetito y de peso, tos seca, diarrea y vómitos, anemia (palidez de piel y/o mucosas) e ictericia (coloración amarilla de piel y/o mucosas).